Menu

miércoles, 17 de octubre de 2012

Déjame Amarte



Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ
Camino entre la multitud oculto tras un sombrero y gafas oscuras, han pasado cinco años desde mi debut. Lo he conseguido hasta el momento, pero aun sigo aquí luchando por poder verte a lo lejos… mi estrella. Mi pequeña estrella que engañó a mi corazón, creí que brillabas para mi, estrella mentirosa.

Sin embargo yo te sigo buscando, para ver si algo de ese brillo cae en mí nuevamente pero solo puedo ver como lo cubres a él, como le sonríes a él, como lo besas y abrazas. Y yo pienso en la próxima canción que escribiré imaginando que estas a mi lado, que la puedo cantar para ti.

Hoy mi intento fue un éxito, puedo verte desde fuera de la tienda en la que trabajas, me gusta como se ve en ti ese uniforme de dos piezas blanco, pero prefiero el negro de invierno, porque el invierno te sienta mejor

―No regreses, por favor―me decías mirando el piso, creías poder ocultar tus lagrimas de mi―No puedo estar a tu lado… si sientes tanto por mi, no quiero hacerte más daño Chun… porque yo… yo…

―No lo vas―te interrumpí― él lo dejo todo por ti y tu por él, lo amas y yo solo puedo ser tú amigo―llorosa asentiste y no pude evitar abrazarte―No… solo no seas su estrella, si lo eres entonces no lo soportaré… moriré de pena―te dije egoístamente, y tu te separaste de mi, con esa expresión  enojada en tu hermoso rostro que no derramaba las lagrimas que supuse, pero que si estaban en tu rostro.

―No quiero volverte a ver, entiende que ser su estrella es justo lo que quiero ser―me enfrentaste.

―Te amo―fue lo mi respuesta, lo último que pude decirte antes de que te marcharas sin voltear a verme ni una vez, solo me abandonabas en aquel parque de diversiones, junto a la rueda de la fortuna.

Si tan solo te acercaras a mi cuando entro como un cliente, valdría la pena comprar toda la tienda, pero no lo haces, le pides a alguna compañera que me atienda y tu desapareces sin siquiera mirarme… otra vez.

Mi celular suena, lo miro y un mensaje aparece “Cumpleaños Susu”, lo había olvidado frente a la expectativa de verte, pero no desperdiciare la oportunidad. Entre cuando vi que todas tus compañeras estaban ocupadas. Solo tú disponible. El disfraz funcionaba, era obvio que no me reconocías, tu gentil sonrisa aun estaba presente. Busco entre los estantes por un regalo que sé no encontraré, no es el estilo de Junsu usar ropa femenina. Miro por el rabillo que te acercas. Si te hablo ¿Saldrás huyendo? Lo más probable. Sigues avanzando haciendo latir mi corazón muy fuerte. Entra alguien y te detienes.

―Bienvenido… ¡Oppa! ―escucho tu voz, solo tu hermosa voz porque he cerrado, no quiero verte con él. No abriré los ojos. No me quiero hacer más daño, si te veo con él no podré seguir oculto, estoy seguro.

―Tenemos que hablar―definitivamente es él. Parecer que está enojado, lo sé y seguramente tú también lo sabes, por eso se alejan. Abro los ojos para verlos en una esquina de la tienda. Lo sabía, están discutiendo, pareces molesta, pero al final lo abrazas sin ser correspondida por un tiempo y te vas. Yo espero a que él deje la tienda, no quiero que tengas problemas por mi culpa. Él mira hacia la zona tras la que te perdimos de vista antes de salir. Yo iba a hacer lo mismo pero apareciste con unas gafas violeta, tan hermosa con tu cabello suelto; me detuve tras un estante y espere un par de minutos antes de salir.

Abandone la tienda con el corazón roto nuevamente, pero ¿qué le haré? Soy un masoquista; Cansado y tan dolido como años atrás me sacó la gorra dejándome caer sobre una banca cualquiera.

―Señor―la voz de una niña me saca de ese sitio íntimo donde los pensamientos, compromisos y recuerdos se entremezclan para dar vida a nuevas cavilaciones que ocupen mi mente deprimida. La miro, como cualquier niña de su edad es una ternurita con su uniforme de pre-escolar y ese bolsito que parece más grande que su dueña―La señorita…―la miro extrañado, ella rebusca en sus bolsillos―tome, adiós―me extiende un papel y regresa corriendo hacia su madre, ignorando mis llamados. Seguro se equivoco de persona creía, hasta ver escrito mi nombre en la hoja.

«Necesito hablar contigo, debió ser antes, pero no tenía tú número ni el valor para hacerlo.
Te he extrañado tanto»

Mire a todos lados en busca de quien deseaba hablarme, pero no encontré a nadie. Debió perder el valor. Me quite las gafas frustrado, y no demoraron en llegar los “¡¡Oppa!!” por todas partes. Esta era mi realidad, tener el afecto de muchas personas… menos de quien quería tenerlo.

Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ
Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ

Ha pasado tiempo desde que te dije oficialmente adiós, pero tu sigues apareciéndote en mi vida, como queriendo desde la distancia y en silencio colarte en alma, sin importarte en lo absoluto que mantengo una relación con un viejo amigo tuyo. No, no te importa, solo apareces con tu mirada profunda, con tu belleza sobrenatural a enceguecerme, porque por más que te ocultes mi rebelde corazón es perfectamente capaz de reconocerte y duele, no sabes como duele la distancia.

            Dime Yoochun, ¿Cuánto tiempo debo evitarte para que dejes de venir? Espero que se amucho, porque te extrañé todos estos meses que no te podía verte observándome desde fuera de la tienda. Cada vez que te veo aparecer, o me doy cuenta que estas ahí, recuerdo cuando me decías que yo era tu estrella, jamás te respondía cual era la mía… en ese tiempo no lo sabía.

            Se me han ido dos clientas por estar mirándote ¿entraras?  Si lo haces esta vez me asegurare de atenderte, no voy a huir. Parece ser que te están llamando al celular ¿Te marchas? No, que alivio, te veo entrar y no soy capaz de quitarme esta sonrisa boba mientras me acerco con paso lento ¿Buscas regalo para tu novia?; Dos pasos más y te hablaré, trago saliva, siento que le corazón me va a explotar. Alguien entro a la tienda. Me giro para darle la bienvenida, pero se me seco la garganta al verlo llegar, miro rápidamente hacia ti y regreso a él, a duras penas logre disimular mis nervios y chillar ese entusiasta “Oppa” y sonreírle. He aprendido a ser una gran actriz.
           
            ―Tenemos que hablar―está molesto. Lo conozco lo suficiente como para equivocarme, seguramente te reconoció. Le pido que hablemos en un sitio más apartado― ¿Qué hace aquí?―me pregunto como si yo le fuese a responder, yo no sé que buscas ahora entre los escaparates― ¿Piensas huir con él? ¿Eh?  Ya sabes que no tienes domino sobre ti misma ¿Recuerdas porqué?―porque estoy en sus manos, porque si él dice “Sí” me sacaran del país arrastras, solo porque yo no puedo tener algo que él desea y jamás será suyo. Si supieras, si tan solo imaginaras lo difíciles y humillantes que han sido estos años. No es fácil estar atrapada entre las garras de quien asegura amarte, que por él no puedo ir contigo ahora que sé cuan dentro mío estás, ahora que la mascara suya termino de caer, y ahora siento que me quedé con el premio de consuelo… patético…

―Te amo―dijiste hace años, haciendo que mi corazón se detuviera y las lagrimas que con dificultas retuve salieran deteniendo las palabras que sin yo conocerlas nacieron en mi mente “Y yo a ti”, pero a lo lejos estaba él con sus ojos fríos, la persona que yo creía amar. La persona que me tenía en sus manos, las cosas sería más sencilla sino tuviese a mi hermano. Sin embargo fui incapaz de rechazarte directamente y me marche para desahogar mis sentimientos en un ahogado llanto protegida por las paredes de mi cuarto.

Ahora estas a unos metros viendo como discuto con el, otra vez, un poco más de actuación en espera de ser libre―Abrázame―me ordena―ya sabes que hacer―fingir que me aferro a él, así lo hago reteniendo las lagrimas y los deseos de empujarlo lejos de mi vida―Terminaste de trabajar hace 15 minutos, cámbiate y renuncia, no quiero que él sepa donde encontrartesiento sus manos en mis caderas. Quiero gritar―debiste renunciar hace mucho―agrega separándome gentilmente, sé que solo actúa.

Sin poder voltear mi rostro hacia ti me voy hacia los vestidores, derrotada nuevamente. En el camino me encuentro con mi supervisora― Te buscan al teléfono―le agradezco con una reverencia y me alejo, no quise renunciar… luego tendré problemas con él.

―Chalalalalá…la tenemos―la voz de mi hermano con su tono risueño, siempre será mi opuesta― La conseguimos, irrevocable… Noona~~ somos coreanos por ley―y su fingida risa malévola resuena en la línea― Pero ¿Por qué no le dijimos nada al cuñado? ―tan inocente mi niño, nadie diría que es el mayor. Pero sus palabras me estaban devolviendo la vida. Antes de colgarle broto de mis labios un feliz “Porque así debía ser, tu excuñado no debe saber nada”. Ahora no tenia caso renunciar, él ya no tendría forma de seguir presionándome, por muy Jefe de Inmigraciones que sea, ya me han dado la nacionalidad, ya no hay porque temerle ¿O sí?... sí si lo hay… ¿Cuánto daño podría hacerme? ¿Cómo evitarlo?

Pase por la entrada, quise buscarte, pero no te vi en ninguna parte, quizás te fuiste, pero él no. Él me esperaba en la banca de siempre.

―Se acabó―le dije en cuanto estuve frente a él― Soy coreana―no podía creer lo que estaba haciendo; hace un mes esa sonrisa torcida llena de arrogancia me habría intimidado, inclusos que me dijera que para ser efectivo debía retirar los documentos―Mi hermano―su sonrisa se esfumo del rostro― es increíble lo que hace una visita al notario publico―nunca me había sentido tan bien en mi vida como ahora, me gustaría que tu vieras su cara de espanto―Le contaré todo, acabará por odiarte―No, no era bueno lo que decía si hubiese sido cualquier persona,, pero siendo él no importaba. Era cierto, hace tiempo estuve genuinamente enamorada de él, incluso lo deje todo por ir tras suyo, el desengaño fue duro, pero gracias a él te conocí. A ti que sin mayor esfuerzo me enamoraste lentamente, pero ciega no lo vi en mí ni vi como él fijaba su mente en ti, en tu sonrisa… no vi como te transformaste en su nueva obsesión.

―Te aplastaré―me dijo, sacándome de mi ensimismamiento, yo sonreí encarándole que había grabado muchas de nuestras charlas (mentira) y que incluso grababa esta, intento quitarme la grabadora de mi bolsillo, la única grabación, pero estaba a salvo a mitad de la calle. Él era una personalidad política de todas formas. Antes de que se fuera le advertí que si algo me pasaba o bien a ti o a mi hermano, las grabaciones irían a dar a la policía y a un canal de televisión. Es bueno ver tantas cosas por televisión de vez en cuando. Se levanto y sin poder evitarlo yo, me dio una bofetada ¿Qué importaba un golpe más? Por fin era libre cuando se fue. Seguro mandaría a tirar mis cosas del departamento, mi hermano deberá recibirme.

Respire profundamente, regresando a tomar el metro hacia donde se aglomeran tus fanáticas día a día, pero te vi a lo lejos. Mi estúpido corazón se paralizo y no pude dar un paso más ni llamarte, las lagrimas escaparon por mis ojos logrando la atención de una pequeña niña que curiosa pregunto la razón.

―Quiero hablar  con él, pero no me ve―la niña me sonrió sacando de su bolso un cuaderno y un lápiz. Me sorprende lo inteligente que son los niños de hoy en día. Tome la hoja y escribí una corta nota―Gracias…―le dije antes que ella corriera a entregarte la nota, pero aun así no me viste. Apareció un gesto de frustración en ti que solo consiguió rodearte de toda esa gente que te ama aun sin conocerte realmente. ¿Te perdía otra vez? No, solo por esta ocasión debía ser egoísta y sacarte de entre ellas como sea. Mire mis ropas y mi bolso como si en ellos pudiese encontrar la solución.

Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ
Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ͟͞ Ͽ͟͞Ͼ

Me sentía ahogado entre tanta gente. Me dolía el corazón por tu culpa nuevamente, te habías marchado dejándome una falsa esperanza que no hizo más que ensanchar la herida. Sin embargo, no podía mostrar tristeza frente a estas personas que me intentaban dar tanto cariño. Apreté en mi mano tu nota y seguí sonriendo como pude hasta que escuche un “Míster Park” en una voz que hace mucho no escuchaba llamarme, la tuya. Te abrías paso entre ellas ¿Desde cuando eres tan segura? ¿Y esa ropa de marca?... él debe tratarte muy bien.

Las fans te dieron paso, tu aspecto y la vos firme que estas usando más el acento extranjero que tienes, se impone entre ellas―Llevo toda la tarde buscándolo Señor, no puede escapar de la sesión… todo el equipo lo esta buscando―fingías molestia, arrastrándome desde el antebrazo entre las caras decepcionadas de las chicas― Lo siento chicas ¿Quieren un nuevo photo book de DBSK? ―les preguntaste y ellas asintieron―entonces no pongan esas caras y dejen que me lo lleve―La última vez que te vi tu coreano no era tan bueno como  ahora.

Me arrastraste un par de cuadras sin mirarme ¿solo te acercaste a ayudarme? ¿Es que sigo pareciéndote tan débil? Y yo sin poder zafarme pese a tener la fuerza para hacerlo. Te detienes soltándome. Seguramente te marcharas dejándome además el recuerdo del calor de tu mano. Pero te giras mostrándome tu rostro bañado en lágrimas. Es inevitable la sorpresa, sé cuan sumisa puedes llegar a ser, pero tu orgullo te impide dejar que otros te vean llorar.

―Te he extraño tanto―me dices acongojada y cae de rodilla, no alcance a evitarlo― Perdón, perdón por ser una cobarde… perdón por no responderte aquella vez pero no podía…te juro que no podía―me pedías con tanta tristeza y yo solo pude agacharme para abrazarte―Chun… por favor―tu voz apenas era un hilo difícil de escuchar― Sé, que quizás sea tarde…―tus manos se aferraron  a mi ropa― ¿Puedo seguir amándote? ―me preguntaste haciéndome abrazarte más fuerte, incapaz de responder por mi propia emoción― Aunque sea de lejos… aunque tu ya no me ames…déjame amarte a la distancia―mis oídos apenas lograban creer lo que decías, pero mi corazón si que entendía, revivía después de tantos años.

₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪

Desde la ventana vemos a las fans que esperan que dejemos el salón para enfrentarlas. Por internet se divulgaron rumores sobre nuestra historia, del como nos conocimos, nos enamoramos, nos separamos y nos rencontramos. Te veo y estas reluciente, como la primera vez que tus ojos encontraron los míos.

― ¿Vamos? ―me dices dándome confianza, ya nada nos podía pasar luego que lo nuestro se confirmo en la entrevista, en la que nos robaron la verdad de los labios. Pero estás a mi lado, y tengo la confianza para enfrentar todas las dificultades que se nos pongan en el camino. Hasta las más difíciles.

―Todo el país sabe que la dama era la futura esposa del Jefe de Inmigraciones…―entonces no pude seguir escuchando la pregunta y sin más le interrumpí.

―Es mi novia, mi futura esposa, lo ha sido desde hace más de cuatro años, su relación con el Jefe de Inmigraciones es cosa pasada, así que agradecería que no insistiera en eso-pedí con seriedad.

―Está bien, pero ¿Cómo es que personas que se mueven en mundos completamente diferentes acabaron juntas? ―continua la periodista.

―Primero, el mundo del espectáculo y la política no están en mundo distintos y muchas veces se combinan, sobretodo en campañas electorales…―comenzaste a responder― Sin embargo, con Micky la historia es más vieja que su carrera, años antes le rechacé, porque creía que era lo mejor para él… y porque creía amar a Dong-Han-ssi―suspiraste― Me tomo muchos años darme cuenta si bien le tenia un gran cariño―tomaste mi mano―Mi felicidad no estaba a su lado―tus palabras me sacaron una sonrisa amplia y feliz.

Recuerdo que la entrevista siguió, pero ni tú ni yo dábamos detalles de tu relación con Dong-Han, así fue el acuerdo al que llegamos a la semana siguiente de nuestro rencuentro, cuando fuimos a encararlo: Tú no decías nada y él nos dejaba en paz.


₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪

Te ves tan hermosa hoy que no puedo creer que vayamos caminando de la mano. Veo tu rostro y creo más firmemente que las huellas de estos cincuenta años de matrimonio te han dejado solo te hicieron más perfecta. Cincuenta años de matrimonio que nuestros hijos, yernas y yernos, nietos y amigos han decidido celebrar con esta renovación de juramentos. Estamos viejos, mis huesos están cansados y las piernas duelen si me quedo mucho tiempo de pie, pero aun así avanzo contigo del brazo por el pasillo hacia el altar.

La menor de nuestras bisnietas no se queda tranquila entre los brazos de su madre. Tú sonríes al notarlo. Veo los rostros que nos rodean, solo gente exitosa, aunque suene arrogante. Hemos educado bien a nuestros hijos, a cada uno de nuestros 2 varones y a las tres mujeres, jamás imagine llegar a tener tantos hijos. Junto a ellos y sus familias los chicos con sus familias. Se me encoge el corazón al ver el espacio vacío entre los Jung, hace más de un año que Yunho dejo este mundo, que dejo a su mujer (una excelente mujer). A esta edad es más común de lo que quisiéramos haber perdido varios amigos (Boa, Rain, JYP, entre muchos), pero entre nosotros cinco, entre DBSK, luego JYJ/TVXQ y nuevamente DBSK, solo es Yunho quien nos falta; Retirarnos fue una difícil decisión, pero ha cierta edad seguir haciendo concierto y toda esa actividad es prácticamente imposible, la salud no nos acompaña. Jamás pensamos, no estaba ni en nuestros peores pronósticos siquiera, que el cese de actividades haría que nuestro hermano, nuestro líder… nuestro Yunho se fuese tan rápido ¿Me siento culpable? Quizás debí escucharte cuando me decías que no fumase… quizás así nos hubiésemos demorado un poco más en retirarnos. Escapa de mis labios un triste suspiro para mi amigo, me miras y regresa a mi la sonrisa al ver la tuya.

Más allá, a la izquierda, me mira Changmin acompañado de su segunda esposa y todos sus descendientes. Me gusta verlo sonreír, sufrió tanto cuando enviudo. Sí Ji-Eun fue una gran medicina, además le dio muchos hijos… creo que esa es la familia más grande.

A tú derecha sonríe Junsu con su esposa, esa pareja son tus mejores amigo (Si un tiempo hasta celos tuve de lo bien que te llevaste con Susu, tonterías mías), en fin, tal como son esos dos estoy seguro que están planeando su propia celebración de aniversario, en complicidad con su hija mayor, que resulto tener la buena cabeza de su madre y ahora es una de las mejores fiscales del país, claro junto a ella está el hijo mayor de Yunho (Su esposo) que aparte de ser un exitoso productos, unió sus familias (Aun recuerdo como vino a pedir consejo para enfrentar a su suegro). Tal como hizo el segundo hijo de Jae al casarse con mi segunda hija, y mi hijo menor al hacerlo con la quinta hija de Changmin. Y así sin terminar, porque de una u otra forma nos hicimos familia política, además de ser una familia del corazón, incluso con las descendencias de otros amigos, ejemplo es mi nieto con una de TOP y así sin acabar. Somos tantos y tan enredado todo.

Llegamos al altar, donde nos espera el sacerdote. Te miro de reojo, estas nerviosa. Y pensar que en un principio te negabas a la ceremonia. Pero acabaste escribiendo los votos tu misma. Me sonríes tomándome la mano, tus huesos son tan frágiles ahora, tu cabello aun tiene recuerdos del color de tu juventud. Miro a tus ojos brillantes y sé que no necesito nada más que todo lo que tengo y tú tampoco, porque así como estamos somos tan felices.

Pero…

Nada es eterno y te marchaste primero. No te culpo ni podría reclamarte nada, así es la mejor forma, no quería verte sufrir más; Lo sé, no tenias ninguna enfermedad trágica, pero sin ser enfermedad la vejez es dolorosa y difícil de sobrellevar, a tus 94 años irse en sueños era lo correcto. Así tampoco sufrirás por mí. No soportaría verte triste, nunca me ha gustado. Sé que pasamos por momentos difíciles, unos maravilloso y que al final de nuestros días solo recordamos las cosas buenas que nos han pasado, pero imaginar que me iba antes y te dejaba sola es algo que no soportaba. Y lo compruebo ahora que cada día es más duro levantarse desde que ya no estas. Mi cuerpo me dice que pronto los alcanzaré… a ti, a Yunho, a Jae y todos los que ya nos han dejado. Mi estrella, no es divertido estar solo. Solo lo lamento por Min y Su, ya no tendrán a un Hyung que los cuide, pero estarán bien… los niños sabrán cuidarlos como merecen, estoy seguro que esos dos si llegaran a siglo, lo que es yo prefiero dormir… estoy tan viejo y cansado… te extraño tanto…

―Me gusta como te queda es ropa―te sonrío, me sonríe. Miro a mí alrededor, mis Hyung y Noonas están presentes. Ya no hay dolor ni soledad. Me abrazo a ti, a Yunho y a Jae, los he extrañado tanto. Estoy seguro que he entrado al paraíso, a una felicidad eterna que solo podrá aumentar con el transcurso del tiempo―Al fin podré dormir sin que me apuren por la agenda―escucho la risa de Jae y de todos. Al fin puedo nuevamente besarte.

FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario