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domingo, 17 de junio de 2012

Healing the broken soul

Titulo: Healing the broken soul
Año: 2012
Autor: Haruhi Suzuki Park
Declaración: Los personajes presentes en la historia no son de mi propiedad, ni obtengo ganancia alguna por este trabajo.
Tipo: Por Capítulos (En proceso)
Rating: TE
Genero: romance, drama, quizás agregue algo por el proceso.
Personajes: Park Min Young, DBSK + Invitados
Parejas: YooSu, las demás en proceso de selección, es decir, ¡Sorpresa!
Estado: En proceso

Capítulos
Capítulo 0 •  Capítulo 1
Capítulo 2 •  Capítulo 3
Capítulo 4 •  Capítulo 5
Capítulo 6 •  Capítulo 7
Capítulo 8 •  Capítulo 9
Capítulo 10 •  Capítulo 11
   

Letters

Titulo: Letters (Letras)
Año: 2012
Autor: Haruhi Suzuki Park
Declaración: Los personajes presentes en la historia no son de mi propiedad, ni obtengo ganancia alguna por este trabajo.
Tipo: Por Capítulos (En proceso)
Rating: +18
Genero: romance, drama, quizás agregue algo por el proceso.
Advertencias: lemon, lima, palabras fuertes y quizás se agreguen algunas por el camino
Personajes: DBSK + Invitados
Parejas: YooSu, las demás en proceso de selección, es decir, ¡Sorpresa!
Estado: En proceso
Descripción:
Todo empezó por buenas intenciones, nadie quiere ver mal a un amigo, menos si se le ama. Pero las cosas se salen de control cuando tus buenas intenciones son manejadas por otras más deshonestas. El resultado era de esperarse, se sabia que al final correrían lágrimas y habrían rupturas. Nadie pensó que dolerían tanto.
Comentario autora:
Okey, es mi primer fic Yaoi de los DBSK, si en algo me equivoco no teman en decírmelo, soy humana y puedo errar. No sé, tenía intenciones de empezar con un oneshot, pero después me vi escribiendo una cosa kilométrica que veía no acababa de narrar, me fui enredando hasta que salió esto y decidí que sería para largo.

Capitulo:

Capítulo 1 •  Capítulo 2
Capítulo 3Capítulo 4
Capítulo 5Capítulo 6
Capítulo 7Capítulo 8 

Letters: Guilt and letters

Era lunes, el día en que aparecían en su bolso aquellas notas que le hacían vibrar por completo, tan simples y bellas lo llenaban de esperanzas, alguien del staff sentía cosas por él, quizás fuera esa persona que le robaba cada suspiro y sonrisa desde hace unos cuantos meses. Sí desde de hace tres meses que soñaba con que esos trozos de papel que comenzaron a llegarle fueran de él pero no lograba reunir el valor de preguntarle. Aun así cada lunes corría después del trabajo para leerlas.

-¡Junsu!...-alguien lo llamaba, pero él aceleraba el paso hasta el vestidor- ¡Junsu!-se volvía a escuchar- ¡Junsu!...-una mano le cogía con firmeza el hombro, deteniéndolo por completo frente a las escaleras, no las había visto- ¡Dios Junsu! ¿En qué mundo andas?-Junsu giro su rostro para mirar con sus ojos muy abiertos y agradecido a su salvador que lo miraba con el ceño fruncido, gesto que su suavizó de inmediato al ver la expresión de cachorro abandonado que le ponía el más bajo.

-¡¡Thank you Chun!!…¡¡Eres mi héroe!!-exclamó abrazándose a su compañero y dándole un beso en la mejilla- ¡Sin ti estaría muerto!... o con alguna parte rota y no podría estar en el escenario en mucho tiempo-otra vez esa sonrisa que deshiela hasta los fríos pisos polares, hizo desaparecer las intenciones de reprenderlo que tenía Yoochun.

-Un día de estos tendrás un accidente de verdad grave si no tienes cuidado Hyung-fue cuanto lo reprendió, golpeándole con su dedo índice la punta de la nariz- Y no queremos que eso suceda... ¿Qué sería de nosotros sin ti?-pregunto con un talante protector que hizo al chico de cabellos más claros teñir sus mejillas de un tono rosa adorable.

-¡Qué lindo eres!... gracias por preocuparte... –arrugo sus labios dándose un aire muy inocente, aumentado luego de que Yoochun le desordenara el cabello amistosamente- Tendré más cuidado te lo prometo pero ahora me tengo que ir... –estaba ansioso y no quería demorar más para leer la nota de esa semana, parecía niño en su fiesta de cumpleaños a segundo de abrir los regalos.

-¿Eh? Pero si nos vamos todos juntos ¿Qué es lo que tanto te apura?-miro con suspicacia a su amigo, una sonrisa traviesa en sus carnosos labios que hizo al otro ponerse ligeramente nervioso, sabía que a Chun no podría engañarle con mucha facilidad, además de que él era malísimo mintiendo.

-Na... Nada es sólo que... –sus mejillas se encendieron con fuerzas- ¡necesito ir al baño!-termino por decirle cerrando con fuerzas los ojos, escuchando como el otro reía con toda libertad diciendo que no lo detendría más entonces que era libre irse si prometía no correr por los pasillos- ¡Lo prometo!... ¡Gracias Chun!-el moreno nunca se cansaba de que Junsu le diera las gracias, por una u otra cosa escuchar su nombre en boca suya le tranquilizaba le decía ‘existen en la vida de él, tranquilo’ y como siempre lo dejaba ir hacia un sitio donde él no tenía lugar. Suspiro pesadamente reprimiendo, ignorando, la mecha del dolor que guardaba en su interior, amaba a Xiah Junsu, pero esté amaba a alguien que no existe, a alguien que no existe más que en un papel. Yoochun llevó sus manos al rostro propio tratando de no dejarse llorar, la culpa lo estaba destrozando, no entendía como pudo ser tan estúpido como para aceptar ser parte de aquello.

~°+°~°+°~°+°~ Tres meses atrás ~°+°~°+°~°+°~


Caminaba por las calles de Seúl oculto por las ropas de invierno, en su mente reconociendo que estas fechas tenían sus beneficios, había ido por los regalos de navidad para sus seres queridos así que tenía los brazos llenos de bolsas y un pequeño dolor de cabeza que le calaba de lado a lado, pensaba en un regalo muy especial, el regalo que lo haría ir hasta una tienda bastante elegante, bueno de renombre internacional. Hace un mes que encargo a la joyería Cartier un guardapelo de plata, con una pequeña reseña en piedras de amatista ‘Sí el mundo acabará hoy moriré feliz, sólo porque pude ver tu sonrisa una vez más, te amo ’ lo había mandado a escribir en un idioma extranjero, no en ingles porque sería fácil que él encontrará quién le traduzca el escrito, en español sería un poco más difícil y más si le decía que era un lenguaje que él había inventado para que no pudiera saber que dice, una pequeña broma que ocultará su declaración. Otro problema había sido que la joyería aceptara crear un guardapelo con una inscripción tan larga, manteniendo la forma de corazón alado y la fotografía de los cinco en ella, pero no le importó la alta suma de dinero que le pidieron por crear ese pequeño desafío, era para su querido delfín. Claro, que creo guardapelos similares para sus otros compañeros, la misma foto, misma forma y distinta inscripción.

Dejo las cosas para el resto de la gente en el portaequipaje del automóvil, hamann lamborghini gallardo, que para ser sinceros con el común de la gente llamaba muchísimo la atención, pero el cantante no parecía notarlo al dejar las cosas y regresas por su preciado regalo canturreando la melodía de With all my Heart y ganándose la suspicaz mirada de más de alguna muchachita. Cuando al fin alcanzó la tienda con el letrero rojo que dictaba ‘Cartier’ sonrío tras la abultada bufanda e ingreso.
-¿Hello?...-saludo interrogante ante la vacía entrada, era extraño que esté sitio tan grande y elegante no tuviera a nadie para recibirlo en ese momento, pero no era más que su falta de visión, ayudado por el exceso de ropas para ocultarse, que no lo dejó ver a la señorita que estaba junto a la puerta.

- Welcome to the Cartier jewelry...–la artificialmente amable voz de la vendedora a su espalda le hizo dar un brinco, se giró casi de inmediato dando una de sus sonrisas más galantes a modo de disculpa una vez se quitó la bufanda que le cubría medio rostro- My name is Ekaterina Petrova What I can I serve? -pregunto en un fluido ingles que como la primera vez que vio a esa muchacha sorprendió y causo mucha gracia, sabía que ella era una muchacha rusa viviendo en Corea del Sur que habla perfectamente el idioma de los enemigos de su nación. Bueno, también le hace aun más gracia que la joven se muestra tan segura de si misma hasta... que como ahora se quitó la prenda, ella empezó a jugar nerviosamente con sus dedos y en las pálidas mejillas se pintó un delicado carmín que resaltaba los grandes ojos color esmeralda que tenía, tan brillantes y joviales-Mr Park! ... So long !...-exclamó tratando de mantener la compostura, pidiendo que el muchacho no se diera cuenta de que ella sentía una profunda admiración por él, que era una de sus muchas fanáticas.

- Not so much ... In fact I came yesterday - le hizo alcance acercándose a la chica- Oh! Truth yesterday I attended a kid ... -recordó algo avergonzado, al ver el pequeño puchero de Ekaterina- Sorry ... told me that my order would be here today ...–agregó con ilusión, los ojos del moreno brillaron con intensidad.

- Your order ?...-tratando de recordar- oh yeah ... pero aún no llegan con los artículos privados para hoy... tal parece que hubo un atascamiento en alguna parte del papeleo que nos atrasó con todo... –explico con un hilillo de voz,, sintiéndose humillada por tener que hacerlo esperar- Si usted desea puede venir mañana... yo misma me haré cargo de cuidarlo-le ofreció decidida, pero Yoochun negó con la cabeza- ¿Señor Park?-parecía que la rusa iba a llorar.

-No te preocupes puedo esperar a que lleguen... hoy nos dieron el día libre... -se apresuró a decir al verle los ojos húmedos a la amable vendedora- Mañana tendré mucho trabajo... ya sabes el concierto ¿No?- la chica asintió con pesadumbres, había querido comprar ticket de entrada, pero su dinero no era mucho y no le habían pagado el mes aún- Así que hoy esperaremos... –afirmó notando la fugaz mirada triste de ella- ¿Vas a ir?-pregunto con timidez, ella negó en silencio- Es una pena... ¿Por qué? -murmuró incómodo.
-Me toca trabajar hasta tarde mañana y no me han dado permiso para una salida temprana... -contesto, mintiendo muy mal porque el concierto sería luego de la hora en que cierra el comercio- Señor Park... podría tomar asiento mientras espera-ofreció gentil como siempre- yo le serviré un café... - Yoochun sonrió sentándose en un mullido sofá blanco, no se había dado cuenta en que minuto habían empezado a hablar en un fluido coreano. Sí no existiera su delfín seguramente se habría enamorado de una chica como ella, gentil, humilde, muy bonita, pero por sobre todo inteligente... habría que serlo para manejar tan bien tantos idiomas. Cuando Ekaterina volvió con la taza de café él insistió en que le acompañara bebiendo ella también uno, le tomo su tiempo pero la convenció.

Así pasaron mucho tiempo hablando, entro mucha más gente y el notó que no solo estaba ella trabajando como vendedora, era sólo que los vendedores de aquella tienda no salían a menos que hubiese clientes para que no se viera muy sobré poblado el lugar, también supo que Ekaterina llevaba un año en Corea, que era de Moscú y que antes por el trabajo de su padre vivió en la misma ciudad de estados unidos que él, que manejaba el japonés y el francés con la misma destreza que los idiomas que habían estado hablando y que trabajaba ahí para pagar sus estudios, porque se había revelado a su padre y no siguió viajando con su familia, y por conclusión que no era mucho el dinero que poseía como para gastarlo en la ida a un concierto. Por casi dos horas estuvo hablando con la vendedora, dos horas muy amenas en las que vio llegar a unos hombres con dos maletines de seguridad encadenados a sus muñecas, pasaron directo a la parte trasera de la tienda sin hacer ninguna pregunta.

-Deben traer su encargo-dijo francamente animada la muchacha, efecto también de las tres tazas de café que habían bebido- Voy y vuelvo... con su permiso- hizo una reverencia, era asombrosa hasta esas cosas las manejaba, pensó el moreno, antes de que se perdiera en la puerta de la trastienda. Demoro más o menos diez minutos, volvió con una caja blanca- Se lo dije... -sonrío emocionada dejando sobre la mesa de centro, sí en la tienda habían cuatro juego de salón todos blancos con sus respectivos muebles- Perdone la espera...- abrió la caja sacando cinco estuches verde oscuro de terciopelo, cinco centímetros de ancho por veinte de largo, que deposito sobre el vidrio- El gerente le otorga un diez por ciento de descuento al valor total de su compra, en compensación por la espera... –era claro, ella había conseguido ese descuento- Espero sean de su agrado.

Yoochun abrió uno por uno los estuches, todos corazones alados de plata con incrustaciones pequeñas piedras de amatista formando la oración ‘DBSK’ en la tapa y en el interior la fotografía de los cinco con otra inscripción ‘For ever friend’ en cuatro, en la de Junsu estaba la frase más especial. Sonrío satisfecho.
-Muchas gracias... –le dijo con franco afecto, esa muchacha extranjera ayudo a que esos regalos fueran como él los quería. Guardo cada guardapelo en su estuche correspondiente, cada uno estaba grabado con hilos de plata el nombre de su portador, pensando en Junsu. Hasta que se quedó mirándola a ella- No quiero el descuento... –dijo tajante y sorpresivamente, haciendo que ella lo mirará casi con horror- ¿Puedo hablar con tú jefe?

-¿Qué?... ¿a... algo le molesto? ¿Hice algo mal? ¿Las joyas tienen algún defecto?-Yoochun solo sonreía negando- ¿Entonces qué ocurre?...-nuevamente parecía que se iba a poner a llorar.

-tranquila no es nada malo... - le entrego sus regalos y fue hasta la parte trasera de la tienda, donde estuvo cerca de cinco minutos- Listo Eka... –la chica se había puesto a llorar donde la había dejado- ¿Qué pasó?- pregunto preocupado, ella solo gimoteaba que no podía perder su trabajo- Ya... tranquila-la consolaba- No lo harás... yo sólo-ella seguía llorando- sólo pedí permiso para ti... para que mañana fueras al concierto que daremos... -la chica le miraba con sus ojos llenos de lágrimas sin poder creerlo- serás mi invitada... -agrego sonriendo dulcemente. Le tomo algunos minutos hacer que ella le creyera, pero al final se fue dejando a una chica muy feliz, contagiando de su alegría a quien se relacionaba con ella el resto de su día.

Había avanzado un par de tiendas hacia el estacionamiento cuando se encontró con uno de sus compañeros, aunque no hubiese estado tan poco oculto lo habría reconocido. Jaejoong vestía un abrigo blanco, un sombrero negro y gafas de sol negras, además de unos jeans azules y botas de punta redonda negras, Yoochun se acercó a él mirándolo entre curioso y molesto.

-Podrías haberte ocultado un poco... -dio por saludo, él había logrado tener un día muy tranquilo gracias a que nadie lo reconoció, claro salvo los dependientes que le atendieron- A algunos nos gusta llevar una vida más tranquila de vez en cuando... –estaba molesto con su cobrizo amigo.

-Pero si nadie me a reconocido Chun...-le objeto sonriendo de medio lado, con un aire travieso, golpeando afectuoso la mejilla derecha del moreno- como vi tú automóvil y a ti en la tienda esa me dio curiosidad- agregó con fingida inocencia. Yoochun lo miraba con una ceja alzada, fijando su mirada en el grupo de escolares que se agrupaba unos metros atrás de Jaejoong.

Suspiro cansado, indicándole con un gesto de mano que lo siguiera, el cobre lo siguió sin reclamos mirándolo con lobuna sonrisa hasta el vehículo del moreno, pero... para llegar debían cruzar por donde estaba el amenazante grupo.

-Cuando cuente tres comienzas a correr... – Habló Yoochun resignado a que su día de paz había sido enviado directo al drenaje por su amigo, que lo miraba ahora así, sin entender- Te están siguiendo... las vi desde el principio...-le explico, Jaejoong alzo la mirada con gesto arrogante y las vio, al grupo que se iba haciendo a cada minuto más grande. Miro luego a Yoochun y asintió- Uno... -las chicas se acercaban- ¡tres!...-aferró su preciado paquete y a su amigo del antebrazo. Demoraron un segundo en llegar al vehículo, abrirlo y ponerlo en marcha.

-¡Mi... Mi auto!-recordó al pasar junto a su maserati blanco- ¡¡Yoochun regresemos por Mi auto!!-le exigió, pero Micky lo ignoró, no deseaba enfrentar a ningún grupo de fan ese día- ¡¡Park Yoochun Regresa por mi vehículo ahora mismo!!-insistió furioso Hero.

-Luego enviamos a alguien del Staff por él... –le contesto sin inmutarse ante la cara furiosa de su compañero- Además es tú culpa por andar sin cuidado... así que no te quejes... -le espetó sin siquiera mirarlo- ¿Y qué querías decirme? Digo no te habrías quedado esperándome fuera sin una razón ¿No?-Hero cambio su semblante de una expresión enajenada a una maliciosa que hizo estremecerse a Yoochun.

-¿Qué estás pensando Young Woong JaeJoong?-pregunto con no disimulada desconfianza, conocía lo suficiente al cobrizo como para saber que no era nada bueno y que alguien era el blanco de su descabellada mente.

-¿Te has fijado que últimamente Junsu anda algo deprimido?-le pregunto con voz delicada, fijando la mirada en el exterior, tamborileando con sus dedos sobre la propia rodilla, esperando la respuesta, que no fue más que un mohín afirmativo- Me preocupa que terminé afectando su desempeño... –agregó con igual delicadeza- debemos hacer algo para subirle el ánimo... es nuestro amigo ¿No?- No era primera vez veía que Hero preocupado por alguien, y su suspicacia desapareció tan rápido como había llegado.

-¿Qué tienes en mente?-se atrevió a preguntar obteniendo la escalofriante sonrisa de nuevo en boca de su amigo, por un segundo se arrepintió de haber preguntado y meses más tarde de haber aceptado.

-Según me di cuenta el decaimiento de Junsu coincide con el comienzo de la relación de Yunho con esa chica del Staff... ¿Cómo se llama?-empezó a hablar con demasiada dulzura.

-Mae... así creo que se llama o por lo menos le dice Yunho-respondió, sí, él había notado el cambio de ánimos de su querido Junsu y le dolía verlo tan cabizbajo por otra persona- Dime de una vez por toda que estas pensado... -pidió, él haría todo por ver la sonrisa de su delfín nuevamente.

-ya, te cuento... –la sonrisa se ensanchó en boca de Jae- Quiero comenzar a darle notas con declaraciones de amor... para que se enterase de que existe ‘alguien’-hizo el gesto de las comillas- esta loco por él... así Junsu estará feliz y actuará mejor, Simple ¿no?-parecía convencido de que aquello resultaría, tanto que convenció a Micky de seguirlo en su plan, claro después de un trayecto completo en que le dio los pro y los contra del plan.

-¡Está bien!...-grito una vez había estacionado el vehículo en su correspondiente aparcadero bajo el edificio departamental en que vivía- Te ayudaré, pero si veo que Junsu se deprime más... le contaré que somos nosotros quienes le escribieron todo eso... -trago saliva- no importa que luego nos odie ¿Entendido?

-Entendido, pero estoy seguro de que no empeoraremos nada... –tomo el rostro de su amigo y le dio un beso en la mejilla, cuando se bajaron vieron a Junsu también bajando de su BMW M6 Cabrio, se les acerco con una sonrisa en los labios, la misma sonrisa triste que llevaban tiempo viéndole.

-¿De dónde vienen tan melosos?-pregunto con lágrimas en los ojos, lagrimas que solo Jae vio y se apresuró a secar con sus fino dedos- ¿Qué? ¿Qué tengo?...-pregunto asustado del gesto.

-¿Nosotros melosos?...-devolvió la pregunta el chico de cabellos cobre, mientras Micky descargaba su maletero- Se nota que no nos venias siguiendo... -rió divertido, como siempre ocultando su risa tras las manos- pero primero dime tú ¿Por qué esas lagrimas?... –pregunto preocupado, esa consulta la escucho Yoochun que se apuró a llegar junto a ellos y todo su cargamento de obsequios.

-¿Yo? ¿Llorando? No como se te ocurre... –rió, sus amigo lo miraban con una expresión fácilmente legible como un ‘No nos engañas’- este... pasa que... me declaré a una persona y me rechazó... -Junsu dejó caer sus lágrimas abrazándose a Hero, este le abrazo mirando afligido a Yoochun, no había más... ahora estaba del todo convencido.


~°+°~°+°~°+°~ De regreso a la actualidad ~°+°~°+°~°+°~



Entró al camerino con una enorme sonrisa en el rostro, corrió hasta su tocador y ahí estaba ese amado sobre de papel, esta vez era de un suave color cielo, esperándolo como cada lunes desde navidad, con manos temblorosas e ignorante de que en el pasillo Jaejoong informaba a Yoochun de que había dejado el sobre donde siempre. Junsu se sentó en el asiento frente al espejo para abrir con cuidado el sobre.
En el papel blanco una trabajada caligrafía dictaba unas pequeñas líneas:

Junsu:
¿Cómo esté mí pequeño ángel? Bien ¿Verdad? Hoy te has visto más hermoso que nuca en el ensayo, cuando comenzaste a ensayabas Beautiful thing me pareciste más hermoso que nunca. Continúa brillando para mí, dame una razón para seguir en este mundo con tú sola existencia.

Junsu, ¿Algún día tendré el valor para decirte a la cara cuanto te amo? Espero que sí, por el momento por favor sigue siendo mí estrella en el horizonte. Sigue siendo el oxígeno que necesito para vivir.
Quien te ama



El muchacho la leyó unas tres veces antes de guardarla cuidadosamente en su agenda, junto a las otras notas, un poco antes de que entrará el líder del grupo. Hubo un incomodo silencio entre ellos antes de que Yunho decidiera avanzar hasta uno de los asientos.

-Lo hiciste bien hoy... –le felicitó, era más que obvio lo que le incomodaba el estar con Junsu sólo, y el otro lo notaba sin entender que los rumores de pasillo habían hecho que el mayor comenzara a mantener una difícil relación con Xiah.

-oh...Gracias, tú también lo hiciste muy bien-correspondió el halago con toda naturalidad, estaba muy contento con su nueva carta, tomando sus cosas de aseo y dirigiéndose a las duchas un poco antes en que entrará Changmin- ¡¡Min!! ¿Vienes a las duchas?-pregunto al menor.

-¡Claro! Si el manager ya nos soltó lo único que quiero es agua caliente y mi cama...-la idea le hacia ilusión a todos después de un duro día de ensayos y entrevistas- Espera que voy por mis cosas...-hizo lo dicho y siguió al delfín- Nee Yunho ¿Tú vienes?-pregunto, pero ya era tarde el líder se había quedado dormido sentado- Pobre... –susurro para no despertarlo tomando una abrigo para cubrirlo, y fue a las duchas.


Fin capitulo


Para las que les dio pereza traducir o sufrieron con mi asqueroso inglés, les dejo la charla entre la vendedora y Yoochun:

-Bienvenido a la joyería Cartier... –la artificialmente amable voz de la vendedora a su espalda le hizo dar un brinco, se giro casi de inmediato dando una de sus sonrisas más galantes a modo de disculpa una vez se quito la bufanda que le cubría medio rostro- Mí nombre es Ekaterina Petrova ¿En qué le puedo servir? -pregunto en un fluido ingles que como la primera vez que vio a esa muchacha sorprendió y causo mucha gracia, sabía que ella era una muchacha rusa viviendo en Corea del Sur que habla perfectamente el idioma de los enemigos de su nación. Bueno, también le hace aun más gracia que la joven se muestra tan segura de si misma hasta... que como ahora se quitó la prenda, ella empezó a jugar nerviosamente con sus dedos y en las pálidas mejillas se pinto un delicado carmín que resaltaba los grandes ojos color esmeralda que tenía, tan brillantes y joviales- ¡Señor Park!... ¡Tanto tiempo!...-exclamó tratando de mantener la compostura, pidiendo que el muchacho no se diera cuenta de que ella sentía una profunda admiración por él, que era una de sus muchas fanáticas.

-No es tanto.. De hecho vine ayer- le hizo alcance acercándose a la chica- ¡Oh! Verdad que ayer me atendió un chico... -recordó algo avergonzado, al ver el pequeño puchero de Ekaterina- perdón... me dijo que hoy estaría aquí mi encargo... –agregó con ilusión, los ojos del moreno brillaron con intensidad.

-¿Su encargo?...-tratando de recordar- oh sí... pero aún no llegan con los artículos privados para hoy... tal parece que hubo un atascamiento en alguna parte del papeleo que nos atrasó con todo... –explico con un hilillo de voz,, sintiéndose humillada por tener que hacerlo esperar- Si usted desea puede venir mañana... yo misma me haré cargo de cuidarlo-le ofreció decidida, pero Yoochun negó con la cabeza- ¿Señor Park?-parecía que la rusa iba a llora

Jardín

Titulo: Jardín
Año: 2012
Autor: Chisaii Papillon // Haruhi Suzuki

Declaración: Los personajes presentes en la historia no son de mi propiedad, ni obtengo ganancia alguna por este trabajo. Sólo es de mi propiedad Eun Beong-hee.
Tipo: Por Capítulos (En proceso)
Rating: Todo lector
Genero: romance, amistad
Advertencias: ¿La cursilería sirve como advertencia? Momentos depresivos, intentos de suicidio.Personajes: Yoochun, Jaejoong, Junsu, Yunho, Changmin, Eun Beong-hee, +

Parejas: incógnitas

Estado: En proceso
Descripción:¿Qué pasaría si la chica de ojos ausentes desaparece? ¿Qué dirían si una vida pintada en colores grises es atacada por un torbellino de colores revolucionarios? ¿Enceguecerían a una joven mestiza rechazada por todos? ¿Lo aceptaría su entorno?
Comentario autora:
Mejor no digo nada... tengo miedo de mi mente torcida y de ver telenovelas, además de leer "El regalo del Ave"

Capitulo:
Eun Beonghee (A modo de Prologo)

Jardín: Eun Beong-hee


Fea, porque no le preocupa estar a la última moda.

Tonta, porque nada le importaba que le usaran para salvarse otras personas.

Inadaptada, porque nadie la invitaba a las fiestas.

Perdedora, porque nadie le había dicho nunca “Te quiero” ni siquiera una amiga.

Esos eran calificativos que comúnmente recibía Eun Beong-hee, la mejor alumna del salón 3-A. Una muchacha de caderas anchas, piel bronceada por ser hija de una mujer hawaiana y un coreano, tenia además el cabello más liso y sedoso que todas sus compañeras, pero como siempre lo lleva amarrado por un elástico rojo nunca nadie puede contemplar lo bello que es, tampoco es que se fijen en ella ni siquiera para burlarse. Simplemente la chica de anteojos del primer asiento no existe durante el año, a menos que sean los exámenes finales y todos tengan el alma en un hilo por sus notas, entonces la chica que acostumbra estar en la azotea o en la alberca es vista por aquellos que necesitan desesperadamente una ayuda, tanto como para soportar, lo que ellos llaman, “conducta extraña” o su “aterradora mirada”.

Cuando llega fin de semestre ella acepta ser usada, porque tiene asumido su destino: ser ignorada incluso por aquellos que en unos papeles dicen ser su familia

Pero…

¿Qué pasaría si la chica de ojos ausentes desaparece? ¿Qué dirían si una vida pintada en colores grises es atacada por un torbellino de colores revolucionarios? ¿Enceguecerían a una joven mestiza rechazada por todos? ¿Lo aceptaría su entorno?


Desde mí Cielo

El amor no es color de rosa...


Título: Desde Mí Cielo
Año: 2012
Autor: Chisaii Papillon // Haruhi Suzuki Park
Declaración: Los personajes presentes en la historia no son de mi propiedad, ni obtengo ganancia alguna por este trabajo.
Tipo: Por Capítulos (En proceso) [3 Capítulos]
Rating: Todo lector
Género: Tragedia, Romance, Mundo Alternativo. [Acepto más clasificaciones, porque yo soy mala en eso]
Advertencias: ¿La cursilería sirve como advertencia? Momentos depresivos, suicidio, misticismo, cartas desde el más allá(?)
Antes De Leer: Bueno, se habrán dado cuenta en la imagen del título que hay unas caras desconocidas, no les digan insultos que me costó mucho escogerla y a mí me gustan mucho. Bueno me gustan porque juego rol y ellas son mis PB o Avatares favoritos para hacer de chicas, tampoco las usaré con sus nombres reales, para efectos de la historia solo son rostros.
Personajes:


Personificada por  SUSAN COFFEY
Personificándose a si mismo PARK YOOCHUN

Personificada por ELLEN PAGE


Parejas: Ellas y Yoochun
Estado: En proceso
Inspirada En: “Desde mi cielo” (Mago de Oz - Gaia II: 'La Voz Dormida') & “Day Moon” (DBSK – T- CD2)
Descripción: Llegó una carta al departamento de Yoochun, un mensaje del dolor llena de esperanza y una petición desesperada por que siga viviendo, además de varios empujones hacia el camino correcto, pero ¿Qué pasaría si ese "Camino correcto" debe ser desmalezado?... Al final no hay caminos senbrados solo de rosas, también están las espina...

Capitulo: Capítulo 1, "La Carta"

Desde mi Cielo: "La Carta"

-¡Señor Park!-se escucha a un hombre de avanzada edad llamar al joven estudiante de medicina del departamento 239, que cual celebridad dejaba el edificio con gafas de sol oscuras con su automóvil esperándolo en la puerta. Se detiene girando hacia el recibidor donde estaba el anciano conserje que le hacía señas para que acercara, obediente como era con el anciano, lo hace.

-Buenos días Señor Song… -saluda como es debido antes- ¿Qué ocurre? ¿Tengo correo tan temprano?-pregunto extrañado al ver al anciano sacar un sobre blanco.

-Sí, me sorprendió encontrarlo cuando llegué, pero tiene puesto un timbre de urgente, así que no esperé a que llegará el resto, además no tiene remitente, ni estampilla ni siquiera tiene puesta su dirección sólo dice Park Yoochun-le explico el anciano entregándoselo- Le pregunte al joven de la noche, pero me dijo que el no dejo su puesto ni llego nadie a entregarlo, simplemente apareció- El anciano miraba curioso el sobre.

-Qué extraño…-murmuro, pero no se sentía preocupado ni asustado, y esos sentimiento debería tenerlos alguien que recibe algo así, sin embargo él solo quería leer el contenido- Bien, gracias Señor Song… lo leeré en la universidad-el anciano sonrío asintiendo, le sorprendió que ni siquiera el señor Song se sintiera preocupado, pero no hizo ningún otro comentario, hizo una reverencia- Hasta la tarde…-se despidió yendo hasta su automóvil, el maletín que había tenido en mano lo dejo en el asiento del copiloto, con el sobre aun en la otra mano se subió al vehículo, la curiosidad fue mayor, así que en vez de irse directo a clases, como debía hacerlo, fue a un café cerca de su departamento.

-¡Bienvenido!-le saludo una joven mesera- ¿Tomo su orden?-pregunto gentilmente, él encargo un mokaccino y un par de dulces árabes- ¡En seguida señor!-le agradaba esa mesera, la conocía de un par de veces que iba a ese café y siempre parecía muy animada. ‘Gente así me hace falta en la vida… ¡bah! Si están Su, Jae y los demás’ pensó ensanchando su sonrisa al recordar a sus amigos, mejores no podía pedir.

Esperando el café, sentado en una de las mesas del centro, abrió el sobre sacando un par de hojas blancas a simple vista, pero al tacto tenían relieves que recordaban a la textura de una rosa, pero más suave, solo tocando el papel cerro sus ojos disfrutando de la tranquilizadora sensación que producía el suave contacto, hasta que recordó que era una carta. Abrió sus ojos, las letras eran de una caligrafía magnifica, fueron trazadas con un lápiz de punta fina purpura. Sonrío, solo conocía un par de personas que escribirían una carta con un lápiz así. Se quitó los lentes oscuros, realmente las letras eran de un lila, no un purpura, se le oprimió el corazón.

La lectura comenzó…


“Chunnie-ah:

A pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos ¿Cómo estás? Por algunas fuentes de alta confianza sé que estas bien, pero no perfectamente, como cuando vivíamos juntos, sé que aún te detienes a ver las fotografías que nos sacamos juntos en los pocos viajes que hicimos, pero que son las que nos sacamos en casa son las que vez con más añoranza, como si yo fuera a regresar algún día para verlas contigo y reclamarte por poner esas caras tan raras cuando hacemos recuerdos, y también sé que lloras al saber que no regresaré por más que marques a mi número, que no te contestaré aunque sepa que estas llorando como un niño que recién perdió a sus padres. Lo nuestro acabo, antes de tiempo, pero acabo.

¿Cuánto tiempo más deberá pasar antes de que aceptes la realidad? Fueron demasiados años los que luchaste a mi lado contra algo que sabíamos, sólo con nuestra fe no podríamos vencer ni siquiera todo el amor que me entregaste podría salvarnos de la realidad… Yo día a día estaba muriéndome. No sólo era esas malditas enfermedades, era mi alma la que no quería seguir atada a un cuerpo sucio como el mío.

Chunnie-ah, estás palabras las escribo solo para pedirte un último gran favor… Olvídame, te lo suplico olvídate de mí, sino puedes aceptar que me fui por favor olvídate que existió esta persona en tú vida, sí así puedes volver a sonreír y a mirar con la misma dulzura que me miraste a mi alguna vez, prefiero que me olvides a que vivas sumergido en la miseria de mis recuerdos. Porque te seré honesta, yo acá estoy mucho mejor, al fin estoy tranquila al saber que tú puedes dormir cada noche sin pensar en mis medicamentos o aún sigo durmiendo a tu lado, sino me he escapado, ya no tienes que dormir aferrado a una mano que quiere huir de tu lado.


Aún recuerdo la primera vez que nos vimos, aún éramos estudiantes y creíamos que teníamos toda una vida por delante, tú eras el nuevo alumno traído directamente de los UnitedState of North American, yo solo era una alumna popular por ser hermosa y mal vista por ser…admitámoslo, de viento fácil. No sé qué viste en mí. Sin embargo, fue el último día de clases cuando me hablaste, tú ya tenías fama de ser un alumno brillante, y un conquistador inigualable por ese corte de caballero novelesco, en cambio yo, mi fama fue empeorando después de meterme con el hijo de un profesor, ese mismo que aquel día comenzó a gritarme en medio de la celebración por nuestra graduación que era una ramera, una suelta y cosas peores que no recuerdo, fueron empañadas por tu intervención y las últimas palabras de la noche me impactaron, desde entonces puse esfuerzo en cambiar “ Eres bonita, una chica culta, sabes muchas cosas…pero eres algo tonta al pensar que es bueno ser tan ‘popular’ entre los hombres de esa forma. Si no fueras bonita, si solo fueras culta e inteligente, seguro llegaría el día que alguien te amé más de lo todos los hombres que pasen por tu cama multiplicados por un millón serían capaz de amarte… eh Jae In, ¿Por qué no eres más inteligente?” sí es una oración larga, pero jamás se borró de mi mente. Aunque cambiar fue más difícil de lo que pensé, entre a estudiar un Trabajo Social en la Universidad de Parang, en un viaje que hicimos con unas compañeras te volví a ver, tú estudiabas medicina en una de las mejores universidades del País, hablamos largamente, te conté que había hecho caso a tu sugerencia y que todo estaba mejor, pasamos el resto del viaje juntos, dos hermosas semanas, y la penúltima noche nos unimos, fue lo más hermoso que hubiese hecho en mi vida.


Un mes después, perdí mi celular y con el tu número telefónico, no pude decirte que estaba embarazada ni tampoco que por un pequeño choque en el automóvil de mi padre, a los dos meses de embarazo tuve un aborto espontaneo. Me lamentaba haber perdido el maldito aparato, el haber subido en el auto aquel día, el no haber intentado con más fuerzas contactarte, pero más me lamentaba que mi cuerpo no haya podido proteger a nuestro angelito. Por mucho tiempo estuve encerrada en mi mente, hasta que tú voz me despertó, una amiga logro comunicarse contigo y contarte todo cuanto pasó. Me sentí destrozada al ver como llorabas, me pedias perdón por no haber estado conmigo todo ese tiempo ¿Cuánto tiempo estuve sin ti? Casi un año. Prometías que no me dejarías nuevamente, pero yo no quise creer en promesas, porque jamás lo había hecho. Volví a esa enferma vida, te engañaba con cuanto pantalón se me cruzaba, ya ni me importaba si luego era en realidad una mujer; lo hacía para lastimarte un poco, que supieras un poco lo que pase cuando perdí a nuestro angelito, pero al final solo acaba yo más hundida en mi estiércol y ensuciaba tu sonrisa, porque tú me perdonabas todo…


Todo ese juego enfermo acabo cuando volví a quedar embarazada, me llevaste a médico con uno de tus profesores porque sufría demasiado dolor. Tuvieron que quitarme el útero, porque había quedado dañado con la anterior perdida, no podría nuevamente ser madre ni nunca, aunque este bebé no me mortifico tanto, porque no sabía quién era el padre, y de seguro no eras tú porque no te dejaba tocarme… estaba sucia nuevamente.


Cáncer… era tanta mi mala fortuna que tres meses después me declararon leucemia, me quería morir, y lo iba a hacer con un sistema inmunitario tan desgastado como el mío, el sexo sin protección es peligroso… Cero positivo…


Como era de esperar, el hombre más bueno del mundo lloro por mi desgraciada fortuna, tomo mi mano, me alentó a luchar y cuando no tenía voluntad me convido de la suya. Mis padres por golfa me botaron de la casa, y tú me recogiste… Si Chunnie-ah, eres el hombre más bueno del universo, y yo no me di cuentas hasta ahora, por eso me aleje de tu lado, porque te amo y no puedo seguir haciéndote cargar mi maldición.


Los primero meses fueron relativamente fáciles para ambos, pero llegó un punto en que mis medicamentos eran tan caros que dejaste tus estudios para trabajar y tenerme cada medicamento que me recetaban, yo quise hacer lo mismo, trabajar, pero tu decías que debía guardar mis energías para las terapias, jamás me dijiste que no debía cansarme porque cada día sería más difícil levantarme. Tus amigos ofrecieron su ayuda, en un principio te engaste, pero cuando viste que no podrías hacerlo solo fuiste y la pediste, realmente esos chicos valen su peso en oro. ¿Fue Junsu el que más tiempo pasó cuidándome de ellos? Sí, ese chico pasaba mucho tiempo en nuestro departamento, decía que yo le agradaba aunque yo fuese tan callada y amargada casi todo el tiempo, sólo por ser la persona que su hyung amaba tanto. Cuando ya no pude dejar el departamento más que en silla de rueda, los demonios atacaron mi alma. Me miraba al espejo y no podía reconocerme ¿Dónde estaba la mujer tan bella que fui antes? ¿Dónde está la mujer de la que enamoraste? Y lloraba, lloraba hasta que mis ojos no podían derramar ni una lagrima más, hasta que tú llegabas con tus “¿Te sientes bien?” y yo te decía que no, que odiaba este estado en que me encontraba y tú me respondías con risas diciéndome “¿Qué estado? Yo te veo tan hermosa como ayer o como hace un año”, pero seamos honestos, las huellas de mi enfermedad eran horripilantes, me negaba darte un solo beso por miedo de contagiarte alguna de mis enfermedades, por miedo de enlodar tu hermosura angelical.

Cada noche cuando se suponía que dormía te sentía acariciar mi rostro, quería quitar tu mano… ¡Estoy sucia!, pero te dejaba hacerlo porque me rompía en pedazos al oírte llorar y preguntar a ese dios que me abandono hace tanto qué hacer para mantenerme a tu lado, le explicabas que yo no era una mala persona, solo que había estado tanto tiempo sola sin nadie que me ayudara a caminar por una senda mássana, y derramabas lagrimas por mí, que ahora sé que limpiaron un poco mi impureza.

¡Ay Chunnie-ah! ¿Cómo hacerte entender que no fue tú culpa? Qué fue mi decisión dejar tu cálida fortaleza para enfrentar mi destino. Me dirás ahora que me adelante, pero soy una cobarde, tú siempre lo supiste y cada día los dolores de vivir eran peor… incrementados por el sacrificio inhumano que estabas haciendo. ¡Dios! Si no fuera por esos maravillosos amigos que tienes hubieses terminado acabado por mí culpa, desde acá yo los cuidaré, por primera vez en mi vida puedo cuidarlos a ustedes en vez de ser la cuidada, ¡Ya!, me saldrás con que solo fueron dos años ¿No es suficiente para querer velar por todos ustedes? Jamás antes me cuidaron, sabes que prácticamente crecí sola… todo era más difícil siendo una extranjera.

Chunnie-ah antes de ti fui una niña, adolescente y joven sin suerte, hasta que me hice mujer y apareciste, tú mi ángel protector llegaste con más ángeles a cuidar de una moribunda. Pero ahora que la vida acabo para mí, me toca cuidarlos.

Como ya te dije, si para que vuelvas a sonreír debes olvidarte de todos esos años juntos, de esos escasos dos viajes que estas enfermedades me dejaron fuerzas para hacer y los otros tres que me hiciste hacer antes solo para que dejara mi mala vida, no me importaría ser olvidada, porque… aunque jamás te lo dije en vida, eres lo que más amo. Pero, pero si aun con mi recuerdo en tu corazón eres capaz de volver a enamorarte, de volver a ser feliz… Si puedes sonreír al recordarme, podrías darme vida por esos momentos, tú y los chicos lo hacen al recordarme con alegría, en cambio… si lloran, durante el funeral morí de nuevo con cada lágrima derramada en mi nombre.

Hazme caso Chunnie-ah y regresa a las pistas, porque tú y yo sabemos que eres un magnifico conquistador, ¡Vamos! Eres un “Don Juan”, pero uno que realmente busca a alguien especial, dime ¿Qué tal la mesera? Linda ¿No?... vamos mi ratón esplendoroso, vuelve a ser el que un día fuiste, recupera tu brillo, tu “Yo verdadero”.

Acá, en mi propio paraíso, en el que los puedo ver a cada uno de mis cinco ángeles, los estaré vigilando y velando por ustedes, olvídenme si no pueden ser felices con mi fantasma, o denme vida al recordarme. ¡Oh! Y no me vuelvas a decir “Rusa egoísta” que hago esto por ti, y si lo haces bien, y no decidiste hacerme a un lado, te haré llegar una nueva carta ¿Ok?

Te ama, Ewa.”

Las lágrimas corrieron desde el segundo párrafo, pero no pudo dejar de leer aquella carta, hace un año que Ewa había saltado desde el balcón del departamento sin dejar nada que explicara la razón de su decisión, está bien, por aquel entonces las marcas de su enfermedad había destruido toda la belleza que fue antes, pero él la siguió amando y logro que pese a su “Pésimo historial” los chicos la aceptaran como la persona que él amaba e incluso le ayudaran a cuidarla hasta el último momento, pero superar su ausencia estaba siendo demasiado difícil, a sus veinticinco años debía volver a empezar la vida de soltero, sin olvidar que cada día era más difícil sonreír. Suspiro, tan profunda y sentidamente que hizo revolotear los cabellos que caían sobre su rostro.

-Lo intentare… -susurro de forma casi inaudible, tomando unas servilletas para limpiarse el rostro de las lágrimas, el papel acabo empapado ¿Tanto había llorado?, saco otro para secarse bien, y otro suspiro igual de profundo escapo de sus labios; ‘Será más difícil de lo que pensaste Ewa’ pensó. Con cariño doblo las hojas, las guardo en el sobre y en su maletín-¿uh?...-vio una taza de café sin humear frente a él, recordó que había pedido eso y… también estaban los dulces.

-Lleva más de una hora aquí, señor-una voz con un acento que no pudo descifrar, pero no era del coreano de pueblo, con una expresión entre extrañeza y sorpresa giro su rostro, la mesera lo veía con una sonrisa muy sutil y compasiva- No quise interrumpirlo… ¿Quiere que le caliente su café o se lo cambie?-pregunto, le causo ternura que no quisiera inmiscuirse en sus asuntos, aunque él haya estado llorando, aunque se le notaba en la mirada que se sentía bullir de curiosidad- No se preocupe por si debe pagar, yo se lo invito-la chica se apresuró a decirle debido al silencio.

-No, está bien… ¿puedes calentármelo?-pidió ofreciéndole al fin una sonrisa- Dime ¿Qué hora es?-pregunto antes de que la chica acabara de recoger la taza. Ella miro en su reloj de pulsera un momento.

-Las once treinta…-respondió.

-¡¿Qué?!-

-Las once con treinta y un minutos de la mañana-

-Luego vuelvo por mi café… ¡Se me hizo tarde!-dijo apresuradamente, en la caja cancelo todo y solo se llevó los dulces, había olvidado que tenía clases esa mañana y parte de la tarde. La mesera sólo pudo reírse de la extraña reacción del joven y seguir su mañana.


Fin "La Carta"


Healing the broken soul (Prefacio)

La vida está compuesta por miles de pequeñas historias que son contadas cada día, desde el momento mismo de tu concepción, tiempo del que te contarán los “hiciste” pasar a tu madre mientras estuviste en su vientre, eso ya es parte de tu historia, pero todas esas miles de historias que conforman tu vida tienen donde comenzar; la que les contaré inicia en el  Aeropuerto Internacional  de Tokio, o más comúnmente conocido como Aeropuerto de Haneda, durante la más inclemente tormenta de nieve en lo que iba del invierno. Los vuelos a Seúl  y a cualquier parte del mundo habían sido cancelados, no quedándole a los pasajeros más opción que esperar. Entre los vuelos que se cancelaron fue el de la aerolínea Korean Air Lines: Seoul,y entre la gente una mujer de lisa cabellera castaña, que discutía acaloradamente con alguien por medio de su celular.



-¿Quieres qué cosa?-grito prácticamente ganándose algunas mirada indiscreta que la orillaron a tomar su maleta y alejarse un poco de la multitud- ¿Estás mal de la cabeza? No sé ¿Te golpeas con un amplificador o chocaste en la moto? ¡Algo así me explicaría tu falta de vergüenza!-quien está al otro lado de la línea es su novio, Akira Suzuki, aunque entre los seguidores del rock japonés es conocido como Reita bajista de the GazettE- ¿Otra oportunidad?-la mujer miro hacia el techo sin poder creer lo que sus oídos escuchaban, desordeno su cabello con la mano-No se puede…¡No me alces la voz Suzuki!-le espeto con firmeza- yo no fui la infiel-volvió a hablar con calma, para poder controlar su voz- te lo dije… muchas veces-lo inevitable, la voz comenzó a fallarle- te perdono lo que sea menos… crímenes e infidelidades…-en la mente de la pelicastaña sonaban regaños en su contra por querer llorar otra vez por aquel imbécil y peor, que su voz fuera un reflejo de sus necesidad de llorar-Pues parece que lo olvidaste mientras estabas con ella!!-las lágrimas corrían por sus mejillas- No, no estoy llorando… y si lo estuviese es problema mío no tuyo-con el puño de su abrigo seco las lágrimas que caían- Voy a colgar… y Akira, no me llames más-suspiro cansada y herida- por no te contestaré ninguna llamada… tampoco intentes usar a los chicos, eso es un truco sucio. Adiós-y colgó.



Ese lugar no era exactamente un sitio cálido, pero ahora le parecía más frío que nunca. Un escalofrió le recorrió la espalda y un espasmo por el llanto que cobraba fuerza; con paso titubeante avanzo hasta el asiento más cercano, ajena al mundo, incapaz de ver a nadie debido a las lágrimas y al dolor latente en su pecho, que se juraba dejar en ese asiento, que al levantarse de ahí no volvería a llorar por esa persona de la estuvo profundamente enamorada los últimos cuatro años, por quien estuvo dispuesta a renunciar a todo… a su independencia e individualismo incluso, por esa persona que no tuvo reparo en ese profundo sentimiento y se involucró con otra mujer, una modelo de la ella no recuerda ni el nombre.



Ahí se quedó doblada sobre si misma llorando amargamente, sin reparar en que alguien pudiese poner atención en la persona doliente en esa sala de espera.



-¿Estás bien?-la castaña siguió en su ahora más silencioso llanto-¡Ey!… ¿estás bien?-otra vez la misma voz, quizás un poco aguda pero varonil le hablo, poniendo una mano sobre el frágil hombro haciendo que la mujer saltase en su sitio- Este…disculpa, no fue mi intención…-se disculpó el joven, siendo apenas observado por unos ojos marrones irritados y ligeramente inflamados que no repararon realmente el él- Llevas demasiado rato llorando y bueno…-se trató de explicar el joven.



-Yo…este creo…-bajo la cabeza secándose las lágrimas con la manga nuevamente- estoy bien…no se preocupe-prácticamente balbuceó con poca o nada de convicción, quedándose viendo oculta tras su cabello el pañuelo que le ofrecían. Soltando un pesado suspiro recibió el papel-gracias…-con una voz más bien débil dijo.



-¿Sabes? La gente no llora por gusto-el joven le dijo sentándose a su lado- Pero si no quieres decirme porque lloras estás en tu derecho, así como yo estoy en el mío al ofrecerte mi hombro, si es que lo quieres-el muchacho se inclinó un poco hacia ella.



-No tienes por qué…-



-Lo sé y aun así, veo a un persona muy triste que necesita consuelo-



-gracias…-susurro la chica apoyando su frente en el hombro del chico, y así entre llanto y pequeños espasmos fue encajándose en un abrazo protector que duro por varios minutos hasta que la muchacha sintió al dolor retirarse lentamente para permitirle respirar nuevamente con normalidad.



-¡¿Qué se supone que haces?!-una vez la mujer se tranquilizó en la compañía silenciosa de ese joven una voz grave y masculina, la saco de su estado de somnolencia que produce el llanto- ¡llevo casi una hora buscándote!… no sólo yo, ¡el staff completo! Y tú, tu muy tranquilo sentado de abrazo con…-fija la mirada en la chica que se quedó congelada en su sitio- con la señorita…-termino de decir, no quería el pelinegro ser descortés ni mucho menos armar un escándalo ene se lugar.

-Hyung, ya cálmate no es para tanto-se defendió el chico de cabello castaño- Solo… estaba aquí ayudando a una persona que necesitaba ayuda…-argumento con una radiante sonrisa.



-Junsu-ah no eres alguien que puede ir por la vida así, sin más-el chico de la voz gruesa hablo, tratando de calmar su molestia, que luego de tanto tiempo de búsqueda estaba bien alta.



-Disculpe, fue mi culpa-hablo la mujer que hasta entonces se mantuvo quieta, y aun abrazada al castaño- El solo fue amable, no le riña más-su voz parecía carrasposa y cansada luego de tanto llorar. Se acomodó el cabello mirando al joven a su lado, facciones atractivas, buen corte de cabello castaño, ojos avellana brillantes (expresivos), labios rosados bien formados; Ella hizo una pequeña reverencia.



-¿Estás mejor?-le pregunto el castaño.



-Sí, muchas gracias-una sonrisa a la que ninguno de los dos podría llamar como tal, con todas las de la ley.



-Eso es bueno-una sonrisa radiante.



-En serio joven, no le riña-dijo mirando ahora al otro joven, cabello negro ligeramente ondulado (pero mantenido a raya por un buen tratamiento capilar), ojos oscuros de mirada penetrante, labios gruesos y rojos, porte elegante; según la muchacha el corte de todo un conquistador, de esos que ella prefería mantener a sus metros de distancia.



-Está bien, yo no le reñiré señorita, pero no digo lo mismo del resto…-le dijo evitando mirarla a los ojos, se notaba que estuvo llorando mucho, y se sentía mal por haber pensado que era una conquista de su amigo, eso la mujer no lo noto al estar tomando su pequeño equipaje.



-¿El resto?… ¿Por qué me reñirán?-el castaño hizo una especie divertida de puchero que saco un sonrisa a la mujer, se veía realmente infantil.



-¡Por desaparecer sin dar señales de vida ni contestar a tu celular!-le dijo con cierta molestia, o más que anda cansancio el pelinegro- Si va a pedir algún hotel, es tarde los hoteles están todos copados, igual que los hostales-informo al ver que la mujer tenía su equipaje listo para marchar.



-¿Va a su casa?-el castaño.



-Siempre hay amigos cuando no hay hoteles, hostales ni casa a donde llegar-les dijo sonriendo de medio lado.



-¡Oh!, claro-al unísono.



-Muchas gracias joven…-extendió su mano hacia el castaño- fue un gusto conocerle a usted y a su amigo-se quiso despedir. El castaño se puso en pie tomando su mano.



-No soy “joven” soy Junsu, Kim Junsu y él es Park Yoochun-el nombrado hizo un pequeña reverencia- ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?-curioso-



-Disculpen por no presentarme-se ruborizo la dama- Park Min Young, pero puede recordarme solo como Min-sin soltar la mano de Junsu aun hizo una reverencia hacia ambos- Ahora me iré antes que sea más tarde…-retiro su mano con gentileza-Espero que nos veamos en alguna otra ocasión…adiós-dicho eso comenzó a alejarse.



-¡Min Young-ah!-la llamo Junsu, la nombrada se giró esperando a que ambos le dieran alcance.



-¿Qué pasa?-sin entender.



-¿Me das tu número de móvil, e-mail y Facebook?-pidió muy suelto de pena el castaño, ella parpadeo un par de veces antes de comprender- Así, sí habrá una próxima vez ¿No crees? Fue idea de Chunnie-delató.



-ah…sí, claro-esos dos en cosa de minutos había logrado hacerla sonreír e días tan tristes, cosa que creía solo podría hacer su hermano mayor (Que por cierto ni siquiera estaba en el país), y claro ahora sonreír divertida por el mal disimulado sonrojo del pelinegro.



Luego del intercambio de datos, ellos se fueron con los de ella, mientras ella se fue con una gran sorpresa al buscarlos y darse cuenta con quienes estuvo hablando todo ese rato. Pero eso ya lo supo al llegar a casa de su mejor amiga en Japón.



-Maki-chan…-llamo desde el sofá donde estaba recostada mirando como la japonesa peinaba a su hija.



-Dime… hija! Queda te quieta sino no acabo!-pidió poco paciente a la niña de tres o cuatro años.



-Los músicos me ligan… no hay como sacarlos de mi vida…-soltó con los labios puestos en trompetilla, actitud que toma solo con amigos cercanos.



-¿Por qué lo dices?… ¡lista!…ahora si vete a jugar-la mujer recibió un beso en la mejilla, otro para Min Young y la niña salió corriendo al patio.



-Aiss que linda es tu hija…-frunce el ceño- Papá, mi hermano, mi cuñada, tu, tu esposo… mis amigos todos músicos, mamá actriz, menos mal, y ahora mismo en el aeropuerto conocí a dos músicos más-apunto el notebook donde había estado mirando por la web.



-Pero te encuentras siempre con los mejores…desde tu cuna ¿No?-bromeo la japonesa desordenándole el pelo- Están guapos… a ver si tienes algo con uno de ellos y te olvidas de esa iguana sin nariz-hablo sincera sonriéndole a su amiga que no hizo más que fruncir el ceño.



-Mejor contesto el teléfono que a ti…-bufo, cogiendo el móvil que hace unos segundos había comenzado  sonar- ¿Hi?… ¿Yoochun-san?…-se fue al otro cuarto, lejos de la risa de su amiga a hablar cómodamente.

                                                                                                                                                                                     Continuara…

Desde la Ventana...

Titulo: Desde la Ventana...
Año: 2010
Autor: Chisaii Papillon // Haruhi Suzuki
Declaración: Los personajes presentes en la historia no son de mi propiedad, ni obtengo ganancia alguna por este trabajo.
Tipo: One-Shot
Rating: TE
Genero: romance, angts
Advertencias: Suicidio.
Personajes: Reita, Aoi, Kai, Ruki
Parejas: Reita X Aoi; Kai X Ruki
Estado: Terminado
Descripción:
¿Porqué él? ¿Porqué no yo?
Comentario autora:
No sé que decir, estaba depre y salió esto. Está raro, pero de alguna forma extraña me gusta.