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lunes, 18 de junio de 2012

Changes, experiences, knowledge and new beginnings.



TITULO DEL FIC:“Changes, experiences, knowledge and new beginnings.”

TITULO TRADUCIDO: “Cambios, experiencias, conocimientos y nuevos comienzos.”

GÉNERO: Romance.

PERSONAJES PRINCIPALES: Park Bom& Choi Seung hyun (T.O.P.)

EXTENSIÓN: Capitulo único.

DESCRIPCIÓN: Todos podemos arrepentirnos, cometer errores, lo importante es saber cuando los cometemos y pedir perdón. Muchas veces nos falta la madurez, la experiencia y nos sobran los problemas que nos hacen dejar atrás aquellos que de verdad nos hace felices, aquello que nos hace completo y con solo saber que esta nos demuestra que darse una segunda oportunidad, dar"El paso" es suficiente para recuperarlos, porque ese "Algo" también tenia miedo, era inmaduro y tenía sus problemas.

Changes, experiences, knowledge and new beginnings.

Changes, experiences, knowledge and new beginnings


 Acomodo sus cabellos con los dedos cuando llego al parque, solo a sentarse en esa banca que alejada de todo permitía tener una visión completa del paisaje.

 El día estaba algo nublado, y pese a ser domingo no era mucha la gente a su alrededor. No había niños corriendo, le frío debía tenerlos aun metidos en sus camas, pero ella a las diez treinta de la mañana ya estaba en ese lugar.



 Ideal sería tener un cigarrillo, pero aparte de no tenerlo, ella no fumaba; una vez a los 16 años lo intento, pero odio el sabor amargo que dejaba ese tubo de tabaco, químicos y papel. Aun así esa extraña necesidad hacia la espera más agobiante, más tensa y cansada.



 Estar esperándolo era agotador. Hace algunos años la espera era mucho más sencilla, incluso gratificante. Llegaba incluso a hacerla sentir en paz consigo misma. Pero eso era antes, ahora todo había cambiado. Ella había cambiado. Al fin lograba ver lo que no había visto.



 A los 15 años los estudios y la familia pueden ser asfixiantes, pueden hacerte desear escapar como sea y a donde sea. Nunca tuvo el valor, siempre se decía que no podía dejar a sus hermanas, y así siempre regresaba a casa o se quedaba en ella.



 Sus amigos habían sido un escape. CL cuando regreso a corea, Yoochun cuando paso ese tiempo en el extranjero habían sido grandes pilares en su existencia. Y lo seguían siendo, porque juntos la traían de regreso a la vida. Sin embargo no solo eran CL y Yoochun sus amigos, pero muchas de esas amistades desaparecieron en malos pasos y malas decisiones causadas por peores consejos y nefastas formas de ver la vida, esa que lentamente se nos escapa de las manos. En aquel tiempo justificaba los errores solo por ser jóvenes.



 Él cambió, ella lo desecho porque así ya no le interesaba. Porque así no podía ver ese algo entre los dos no una vida juntos. Todo se volvió extraño, a ratos monótono y aburrido, demasiado insignificante cuanta cosa que pasaba… insignificante para ella.



 Las campanas de una iglesia cercana resonaban estridentemente anunciando el final de la primera misa dominical.



 Entonces después del fin entendió que la percepción de una persona solo cambia cuando cambia tu percepción de ti mismo. Que no puedes pedir que se sacrifique si tú no eres capaz de hacerlo, no puedes pedirle que deje todo si tú no eres capaz antes de pensar en la del otro felicidad primero, porque esa no es una forma del amor, solo es egoísmo.



 Y las dos personas en ere parque no sabían eso en aquel tiempo, porque de verdad eran jóvenes e inexpertos. Pero ya no lo eran, no tanto como en ese tiempo y tenías la fuerza para volver a construir un “nosotros”, esta vez juntos. Bom supo eso cuando se levantó del asiento y comenzó a caminar hacia él. Ese día frío acomodo su cabellera pelirroja y se dejó rodear por esos cálidos brazos que la protegieron del frío invernal.



 Sus ojos brillaban evocando antiguas memorias al mirar esa sonrisa; no obstante en su mente no había paz aun, porque luchaba por ver la luz un “Lo siento” sincero, un terrible arrepentimiento que generaba un nudo en su garganta y un ardor en la boca del estómago. Desde hace tanto que sentía eso, también.



 Él como antes, puso una mano sobre su mejilla y le sonrío como si nunca se hubiesen separado, como si el tiempo se hubiese detenido todos esos años y al fin volviera a partir, fijando esa enigmática mirada en los ojos de ella. Tan hermosa mirada, llena de palabras que aún no son dichas… a ella.



 -¿Sabes porque no había querido verte antes?-habló al fin, con esa difícil de conseguir, mezcla de firmeza y dulzura. Él negó, no tenía como saber la respuesta a esa pregunta- porque no te negaste. No quisiste esforzarte en decir que estaba equivocada, porque solo te me quedaste viendo sin hacer o decir nada a las cosas que yo hice o dije… que solo dejaste que yo pisoteara tus esfuerzos… tus sueños-él apretó los labios bajando el rostro, guardando sus manos en los bolsillos de su abrigo- que ni siquiera… quisiste pelear por mí-ella no quería llorar, pero esa lagrima solo salió.



 -Y me arrepiento…-hablo él levantando el rostro-llore por semanas… sentí que el corazón se me desgarraba, pero…-él recordaba como el dolor lo entumeció por días, casi perdió el trabajo- no creía justo pedirte más esfuerzos… ocultarte del mundo por mis sueños, no era justo…-la voz de él era la de alguien que sufrió mucho y aun sentía el dolor vivo.



 -Yo… yo creí que cuando al decirte eso, que por lo menos harías algo para renovar mis fuerzas, que enfrentarías mis ofensas, que me harías notar mi error-ahora ella bajaba el rostro- pero no lo hiciste, entonces creí que ya no había un futuro para nosotros.



 Él la miro con sus ojos muy abiertos y los labios tan apretados que carecían de color. Se dio cuenta que no había sido solo un mal novio, que la había dejado muy sola por ir en busca de sus sueños. Que para no haberla perdido debía solo acompañarla también. Y ella también entendió que la culpa no fue solo suya ni de él, que fueron ambos los que abandonaron, y que su propio error fue que nunca hablo tan claro como ella creía. Pero tenían tantas cosas de las que preocuparse que la buena comunicación estuvo muy ausente, y las inseguridades demasiado presentes. Y ninguno de los dos lo supo. Eran muy jóvenes, confundidos y con pesos en sus vidas que no podían manejar bien.



 Durante ese tiempo, verse, tenerse solo fue una manera de ignorarse, de alejarse del otro. Ahora, quizás, más maduros y con más conocimientos, menos inexpertos, sabiendo llevar el peso de sus vidas se sentían capaces de una relación que no solo consuma a ambas partes. Capaces de verse a los ojos, más allá de lo que aparentaban.



 Ambos ahora lo saben, porque no tienen 15 ni 18 años. Porque ya entendían muchas cosas, porque ya no se asfixian con sus cargas. Porque ahora solo estaba ellos, llevando su propio peso y sus sentimientos, sin prejuicios.



 Durante un extrañamente cómodo silencio él la mira y sonríe. Lo mismo hace ella.



 -pero te diste cuenta que fue un error-le decía esperanzado, porque pese a todos esos años él aun la quería, y esperaba que ella también. Por lo menos lo suficiente como para quererlo de regreso en su vida, porque antes de ser pareja había sido amigos, y aunque sea así quería conservarla.



 El sol daba directo a los ojos de Bom mientras caminaba por las atestadas calles, el cielo había decidido abrir paso al sol después de una semana de nubes grises y lluvia. Su celular se escuchaba anunciándole la recepción de un mensaje, se detuvo frente a una tienda para leerlo. Sabía de quien era incluso antes de sacar el móvil de su bolsillo. Su cabello suelto se movía al ritmo que marcaba el viento, como también lo hacia el abrigo que la cubría un poco del frío. Sonrió. El restaurante al que le pedían ir estaba cerca, así que respondió un corto: Dame 5 minutos y estoy allá.



 -¿A dónde fuiste anoche?-le preguntaron apenas llego a la mesa- nos juntamos con los chicos a celebrar el cumpleaños de Daesung, sabes que hace poco estuvo ¿No?… además te perdiste el espectáculo de Taemin y Key declarándose a Minzy, la pobre tuvo que soportarlos toda la noche jurando que no los dejaba beber nunca más-le contaba recordando la bochornosa noche que paso su amiga y los buenos momentos que había pasado.



 Ella negó sonriéndole e imaginando las graciosas situaciones que debieron protagonizar sus amigos.



 -Su comida-



 -Gracias-dijo mirando confundida al chico que le informaba que cuando la vio llegar había pedido para ambos la comida.



 El tiempo y las experiencias le han enseñado muchas cosas a Bom. Que los cambios son cosas buenas y necesarias mayormente, que ya no podía esconderse tras sus padres, que las discusiones acaban, que los problemas no son eternos y hay que enfrentarlos. Que debía aceptar que no solo ella cambia y es capaz de ir por lo que desea, lo vivido con Seung Hyun se lo había enseñado. Que él aunque por fuera ahora sea distinto y tenga mucha gente siguiéndolo, seguía siendo el mismo. Esa había sido una cosa que una mano amiga le hizo ver esos años, y le había dado el empujón que la alejo del dolor.



 Bom volvía a sonreír por las tontería que TOP era capaz de decir con tantas ganas. Esa risa que sus cercanos dicen, solo él consigue. Y ella no lo niega. Sus hermanas no pierden oportunidad de hacérselo ver tampoco, en especial la menor, pero ella solo le da un golpe en el hombro para hacerla callar. A su melliza, suele devolverle las bromas.



 El día que se juntaron en ese parque, hace un mes, fue porque ella había decidido recomenzar con Seung Hyun y comenzar con TOP  definitivamente. Y ambos supieron que hacerlo fue lo correcto, porque esa sensación de dolor y vacío… de soledad y desapego con la vida desapareció de sus corazones, y esa inmensa felicidad aumentaba con cada roce, con cada vez que caminan por las calles tomados de la mano sin importarles el revuelo ni las miradas. Porque nunca antes un “Te amo” compartido les había sabido tanto a vida y felicidad como ahora.

 FIN (?)

Polos ¿Opuestos?

Titulo: Polos ¿Opuestos?
Año: 2012
Autor: Haruhi Suzuki Park
Declaración: Los personajes presentes en la historia no son de mi propiedad, ni obtengo ganancia alguna por este trabajo.
Tipo: Por Capítulos (En proceso)
Rating: TE
Genero: romance, drama, quizás agregue algo por el proceso.
Personajes: DBSK,  Personajes Originales + Invitados
Parejas: ¿¡Sorpresa!?
Estado: En proceso
ADVERTENCIA: Ninguna por el momento...bueno, a ratos puede que salgo un lenguaje poco apropiado.
IMPORTANTE
Para no complicarme ni complicarles la existencia (creo) decidí usar colores en los dialogo para cuando hablen en más de un idioma al mismo tiempo.
"Coreano",  naranja.
"Inglés"  azul.
"Español" en cursiva y color violeta..



Capítulos
Fichas
Capítulo 1 •  Capítulo 2
Capítulo 3 • Capítulo 4
Capítulo 5 • Capítulo 6

Polos ¿Opuestos?: “En tan solo unos minutos…”



 “¡Corea del sur!...” “¡Maldita nuestra suerte!...” “¡Corea!...” “¡Somos unas bastardas con suerte!...” “¡Woah! que grande el aeropuerto…” “Si voy a esa tienda, definitivamente me perderé, mejor no…” “¿Qué shit dice el cartel?, No entiendo nada…”, así fueron los pensamientos de un grupo de chicas al pisar suelo coreano, Hana, una de las mayores del grupo había ganado un premio en el centro comercial donde compro el vestido de graduación para su hermana menor y la mayor de sus primas, tenía que escoger a siete amigas para ir a uno de los destinos del concurso, obteniendo uno de los primeros lugares (El 2º para ser exacta) de no haber escogido la ganadora del primer premio como destino Japón seguramente ese hubiese sido el destino de Hana y sus amigas, pero no pudo ser, sabiendo que a la mayoría de sus más cercanas las haría más que feliz ir a Corea del Sur tomo este paquete, Dos meses en el país asiático con estadía y US$100.000 de viáticos, si sacabas la cuenta para  siete personas no era mucho, pero casi todas trabajan y podrían llevar más dinero; Sin olvidar que el premio este parecía sacado del más descabellado sueño. Para la ganadora no fue nada fácil escoger entre sus amistades, bueno en realidad la mayoría de los puestos fueron tomados fácilmente, solo había tenido problemas con un cupo.

-Oye Hana ¿Por qué la cara de zombi?-pregunto una chica vestida de negro bastante baja, picándole el hombro con una larga uña azul eléctrico, la agredida levanto su rostro mirándola con una emoción escrita con grandes letras- ¿Eh? No me digas… ¿aun te sientes culpable por lo del Jun?-la chica de cabello corto asintió- ¡Serás tonta! ¡Si no hacías eso Okasan no podría venir, necesitábamos el cupo!...

-Claro como a ti cuando regresemos te seguirá hablando, en el aeropuerto no se despidió de mi-se lamentó bajando la cabeza.

-Debiste usar mi cupo si te ibas a arrepentir-interrumpió una chica alta y delgada- Todavía no entiendo porque descartaste al Jun y no a mi…

Las otras chicas la miraron, la de cabello corto con desgano  suspiro y se puso de pie, acercándose a la que hablo ultimo puso su mano en el hombro de esta, dirigiendo a su otra amiga una mirada cómplice.
-Hayashi, no entiendas, tu acéptalo simplemente, la que debe complicarse soy yo… -dijo muy segura, casi con cariño-seguro de regreso Jun me atara a un árbol y le dará de garrotazos o quizás algo peor-parecía que en un segundo toda la angustia había desaparecido y ahora simplemente bromeaba con el hecho de que un amigo estaba furioso con ella, pero su deber como amiga era tratar de sanar el corazón de su amiga, aunque esta no supiera que ella estaba al tanto de todo. Hayashi, o Hiyaya como le dicen a escondidas, esbozo el reflejo de una sonrisa en su oscuro semblante, no era tonta y tenía la certeza que su participación en este viaje tenía mucho que ver con la influencia de Susubel.

-Está bien-dijo al fin.

-Muy bien, ahora… ¿Las demás?-pregunto volviéndose a la pelirroja, Susubel.

-Fueron por el equipaje, para eso venía a buscarte sino luego será muy difícil con tu nulo coreano-lo que dijo, fue más para burlarse de la mayor.

-Serás molestosa pitufa… los últimos meses estuve aprendiendo, con ese amigo de la Janushka- se defendió, pero recibió un puntapié a sus canilla- hija de…-maldijo sobándose la zona golpeada- ya verás…-la agresora salió huyendo como si fuera una niña de  años y no la mujer de 22años que era, seguida por la otra. Hayashi las siguió lentamente, sin dejar de avergonzarse de sus mayores, fue empujada por un hombre alto de piel bronceada y sonrisa perfecta.

-¡Ten cuidado animal!-grito Hayashi, pero el tipo la miro sin entenderle nada lo que decía, pero entendiendo por la expresión de molestia de Hayashi que no era nada bueno.

-“Tú también deberías tener cuidado niña”-le dijo el sujeto en coreano, porque él creía que fue culpa de ella al caminar sin precaución en un sitio tan concurrido.

-‘¿Perdón?’-hablo molesta, esta vez en inglés, poniendo sus manos en forma de jarrón a cada lado de su cadera-‘Tú deberías disculpar pilar andante’-muy bien, Hayashi no estaba siendo muy amable, pero ella era así, rara vez era amable o complaciente.
El tipo resopló moviendo unos mechones que caían sobre su piel bronceada- ‘¿quieres decir que yo debería pedir disculpas?’-pregunto molesto.

-‘¿Quién sino?’-

-‘No me hables así ¿Sabes quién soy?’

-‘¿Crees que me interesa?’-

-“Niña ignorante”-

-‘¿Te aprovechas porque no sé tú idioma para insultarme?...cobarde’-

-‘Cobarde ¿yo?...ridículo’-resoplo sin paciencia, claro Hayashi no sabía que él había tenido ya una semana en la que no lograba dormir bien ni siquiera tenía media hora de paz en su apretada agenda y que si se le sumaba una extranjera prepotente, colapsaba.

-‘NO, seguro me digo cobarde a mí misma’-hablo sarcástica, mirándolo afiladamente, el tipo se sintió extraño ante esa mirada oscura, si él fuese alguien común y corriente seguramente se sentiría intimidado, pero no, él era…

“Rain…demonios hombre ¿Dónde estabas?” apareció un hombre mayor vestido de oficina con un grupo de guardaespaldas, Hayashi miro con la misma expresión al grupo entrante, por un segundo los hombres se detuvieron “¿Una Fan?” Preguntó el que encabezaba el grupo, pero claro Hayashi entendió la última palabra.

‘¿Fan de eso?’-increpo al tipo apuntando a Rain, con una mueca en su rostro que le hacía creer que vomitaría en cualquier segundo-‘No me haga enfermar, sino vomitare en sus zapatos… debería incluirlo en una clase de modales y…’-no siguió con sus palabras despectivas al escuchar a una dulce voz llamarla.

-ia ayachi-una niña de no más de tres años corría hacia la morena extendiéndole sus blancas manitas seguida de un grupo de mujeres.
-‘¿Quién te cree mocosa para insultar a mi representado?’-hablo al fin el hombre mayor de pie a un paso de Hayashi, que se inclinaba para tomar en brazos a la pequeña.

-‘La persona a la que su representado empujo e insulto, y no le ofreció ni un simple ‘disculpa’, esa soy’ le respondió con toda dignidad, girándose a mirar a la niña que trataba de llamar la atención de la mujer hace un rato dándole besos en la mejilla.

-‘¿No tienes idea de quién es?’-la increpo, pero a Rain no le gustaba ese argumento, aunque hace poco lo había usado él mismo, al escucharlo le sonó molesto y casi humillante.

-¿Qué pasa Hayashi?-pregunto la pelirroja de hace un rato mirando molesta a los hombres, y nuevamente esa mirada fría, casi amenazante caía sobre Rain y su compañía pero esta vez en varias versiones.

-Nada, es que este tipo-apunto con la cabeza a rain- me empujo y quiere que yo me disculpe… ¡Ridículo! –explico.

-Sí, ridículo… mejor vámonos-puso su mano sobre el hombro de su amiga ignorando a los otros- No arruinemos nuestro primer día en Corea…-le propuso, pero no se movieron, la pequeña le estiraba las manos a Rain- ¿Qué pasa Aichuu?-miro hacia donde estiraba sus manitas la niña.

-api ein- decía la niña muy contenta. Rain y los otros la miraban sin entender, el manager instaba al artista para seguir su camino, pero este miraba la niña que lo llamaba tratando de entender lo que trataba de decir.

-¿qué dice?-pregunto Hayashi a la pelirroja sin entender.

-Api ein…-tratando de recordar y entender- ¡AH! Dice Papi Rain… -mira al tipo- ‘¿Cómo te llamas?’-pregunto con la calma de alguien que no es fan y es totalmente ignorante.

-‘Rain ¿Por qué?’-

-Ya veo…-miro hacia la otra porción del grupo que se mantuvo a distancia al ver que realmente no pasaba nada grave- ‘No te muevas… dame un segundo… ¡ah!’-quito a la niña de los brazos de Hayashi y se la dio a Rain- ‘tenla un segundo…’-él tomo a la pequeña desconcertado, pero ignorando la insistencia con que su manager le pedía seguir el camino y maldecía porque tomo en brazos a la niña. Por su parte Susbel y Hayashi fueron por las demás.

-¿Y la niña?-pregunto la que parecía ser la mayor, una mujer morena de cabellos castaños y orbes claras, preocupada.

-Vengan…-les dijo Susbel a todas- la niña esta por acá…quiero que veas a quien conoció…-la curiosidad fue grande, y con las maletas de todas, ya que también habían retirado el equipaje de Hayashi. Las siguieron hasta donde estaba rain jugando con la niña, muy entretenidos rodeados por la seguridad del aeropuerto, porque tanto tiempo en ese sitio había llegado un grupo de Fan. El manager lo regañaba sin éxito por seguir en ese lugar- Okasan ¿Quién es él?-pregunto Susbel empujando a la mayor hacia donde su hija jugaba con el artista un juego de manos, que él le enseñaba a la niña.

-asan…mamá…-la niña la reconoció abrazándose a Rain- ia api ein… -le contaba feliz tocando con sus manitas en rostro de Rain- Api ein… sechi api ein- remedando o intentándolo por lo menos, viejas frases de su madre, tías y tío.

-Yo… Dios-murmuro bajando la vista, como si sus zapatos fuesen muy interesantes.

-‘¿Eres la madre de la niña?’-pregunto gentilmente Rain.

-¿Eh? Oh… ‘Sí, lo soy’-tartamudeo, maldiciéndose mentalmente y prometiéndose que si había otro intercambio de palabras no tartamudearía, por más que la sonrisa que le estaba mostrando fuese para derretir el polo sur.

-‘Tu si me… Soy Rain ¿Cómo se llama?...’-Rain se sintió por primera vez en toda su vida verdaderamente nervioso, estuvo a un segundo de preguntarle si lo conocía para no tener que presentarse, no quería pasar esa vergüenza, la sensación que le produjo el tomar en brazos a la pequeña fue cálida, pero la que siente ahora era mucho mejor.

-‘Sé quién es, no se preocupe… Soy Gloria’-le hizo ver con toda la calma que podía debido a la emoción que la consumía, extendiéndole según educación la mano para estrechársela, el manager se tensó al ver que sin soltar a la niña Rain extendió su mano para estrechar la pequeña mano de la mujer. El calor que lleno a ambos adultos era placentero, sensacional, enternecedor, turbador, emocionante, realmente ninguno de los dos podría decidirse por una palabra o mil para describir lo que sintieron al tocarse. Rain no deseaba soltarla, pero tenía un vuelo que tomar y por más que quisiera no tenía permitido perder el vuelo. Gloria, u Okasan para sus cercanos, tampoco lo deseaba era como vivir un sueño, pero había algo más… una sacudida poderosa sobre viejas cicatrices sangrantes, se asustó en el fondo, pero dejo el miedo de lado cuando él la jalo hacia sí mismo abrazándola por los hombros.

-‘Me alegra que sepas quien soy, porque tus amigas no lo sabes…’-sonrío para ella-‘¿Una foto?’-era la primera vez que era él quien pedía eso, pero no quería olvidar ese rostro cariñoso, esas facciones de una mujer que luchaba contra todo con fuerza pese a la calidez que transmitía, no, no quería olvidarla. Así que saco su propio celular que se lo paso a uno de sus guardaespaldas- “Saca una foto”-le indico en coreano abrazándose a la mujer por los hombros de esta, y apoyando a la niña en su cadera. Apoyo su cabeza en la de ella-‘Di Kimchi’-le pidió entusiasmado.

La niña reía así que no necesitaba decir nada, pero los adultos… 1, 2, 3…Kimchi

Como se dijo, para ella era un sueño todo aquello, pero uno mil veces mejor… no había sido ella la que pidió la foto, fue él, fue el quien pregunto su nombre. El corazón de Okasan estaba corriendo una maratón que ni siquiera por el padre de su hija había corrido.
-‘¿Te la envió?’-la sacó de su mente la varonil voz de Rain- ‘Dame tu número de celular para enviártela’-le pidió, ella saco su teléfono del bolso para ver si tenía cobertura con sus mejillas rosada; detalle que sin que ella lo notara Rain plasmo en una fotografía, lo encontraba adorable; ¡Bendita sea su compañía!-‘¿Y?’-apremio, entonces ella le dio su número de celular, sin recordar que si él solo quisiera enviarle la foto podría hacerlo por Bluetooth- ‘Bien… ya te envió’-sonó de pronto ‘I do’ como ringtong de la mujer. Momento incómodo para ella.

-‘Bueno, yo te dije que sabía quién eres ¿No?’-le recordó ruborizada.

-‘Claro’-él sonreía [de verdad su asesor estaba al borde de un ataque de histeria porque él no se movía de lado de ella] feliz de ser el artista de esa mujer-‘Ese es mi número privado, no se lo des a nadie, por favor, solo te lo doy a ti’-quiso parecer casual, pero bajo esas palabras había un “No se lo des a nadie, pero si deseas llámame”-‘Debo irme… sino quedare sin asesor’-al fin noto el estado de su gente. La niña se había dormido en brazos de Rain.

-‘Esta bien… un honor conocerte, de verdad me agrado muchísimo’-dijo ella y él se marchó- ‘¡Ey…Rain espera un poco!-grito cuando el dio unos pasos. 

-‘¿Sí?’-la quedo mirando, saltando internamente al oírla llamarlo.

-‘Me devuelves…’-sonrisa incomoda que ocultaba una risa-‘A mi hija

-¿Eh?...-recién noto que se llevaba a la niña, tan liviana para él que no notó que aun la tenía-‘¡Claro…perdón!’-regreso y le dio a la niña, un nuevo rocé de mano, y una corriente eléctrica directo al alma para ambos. Se separaron, ella con la niña dormida y las emociones a flor de piel; El con una extraña que se quedaría clavada en su retina, en la piel escaza que toco y más aún… un extraña que se había colado en su corazón y estampado en su alma, él es un artista, es un hombre con bastante sensibilidad, la suficiente como para saber que esta fan, de esta fan se había enamorado en unos minutos.

-¡¡¡¡mujer afortunada!!!!!-gritaron dos mujeres a espaldas de Okasan, claramente en español al no ser entendidas por nadie que no fuese de su grupo, con el brillo emocionado ardiendo en sus ojos, Alexandra, Jany según quien la llame, una mujer de escaza altura y cabello oscuro había corrido con su hermana menor, Miranda (Cho para los que quieran) que honestamente no parecía ser la menor con su melena castaña, sus marcadísimas curvas y los diez centímetros de ventaja en altura que le llevaba a su hermana.
-¿Qué?-Okasan se sentía aturdida aun con los ocurrido recientemente y el corazón desbocado, si con suerte aun podía mantener entre sus brazos a la niña-¿Eh?-las mira parpadeando ida.

-¡Rain!!-les gritan las hermanas y ella cae en cuenta de todo, frente a los ojos de las chicas.

-tengan alguien a la niña-pide, la castaña de piel clara (Jany) le recibe a la pequeña, inmediatamente Okasan intenta tomar asiento- no me late el corazón…-lleva la mano a la altura del órgano, pero el grito emocionado no sale- Necesito beber algo fuerte y… no sé, creo que podría morir feliz ahora mismo-y nota como sus mejillas le arden.

-En el Hotel tendrás tu cosa fuerte…vámonos-la sonrisa de la pelioscura de melena corta (Hana) adelantándose con su equipaje y parte del que era de la mayor- Aun nos queda toda una odisea para llegar…-el malestar por el amigo abandonado paso al ver los ojos brillantes de su querida amiga- Cuando reacciones nos ayudas con tus cosas…-y en silencio comenzaron a caminar hacia la salida, sin saber la aventura que les espera vivir aun.



Polos ¿Opuestos?: Fichas

 Ellas
 
ELLOS

Quizás con el paso de los Capítulos se sumen más Personajes, cuando eso pase serán agregados aquí también...


domingo, 17 de junio de 2012

Healing the broken soul

Titulo: Healing the broken soul
Año: 2012
Autor: Haruhi Suzuki Park
Declaración: Los personajes presentes en la historia no son de mi propiedad, ni obtengo ganancia alguna por este trabajo.
Tipo: Por Capítulos (En proceso)
Rating: TE
Genero: romance, drama, quizás agregue algo por el proceso.
Personajes: Park Min Young, DBSK + Invitados
Parejas: YooSu, las demás en proceso de selección, es decir, ¡Sorpresa!
Estado: En proceso

Capítulos
Capítulo 0 •  Capítulo 1
Capítulo 2 •  Capítulo 3
Capítulo 4 •  Capítulo 5
Capítulo 6 •  Capítulo 7
Capítulo 8 •  Capítulo 9
Capítulo 10 •  Capítulo 11
   

Letters

Titulo: Letters (Letras)
Año: 2012
Autor: Haruhi Suzuki Park
Declaración: Los personajes presentes en la historia no son de mi propiedad, ni obtengo ganancia alguna por este trabajo.
Tipo: Por Capítulos (En proceso)
Rating: +18
Genero: romance, drama, quizás agregue algo por el proceso.
Advertencias: lemon, lima, palabras fuertes y quizás se agreguen algunas por el camino
Personajes: DBSK + Invitados
Parejas: YooSu, las demás en proceso de selección, es decir, ¡Sorpresa!
Estado: En proceso
Descripción:
Todo empezó por buenas intenciones, nadie quiere ver mal a un amigo, menos si se le ama. Pero las cosas se salen de control cuando tus buenas intenciones son manejadas por otras más deshonestas. El resultado era de esperarse, se sabia que al final correrían lágrimas y habrían rupturas. Nadie pensó que dolerían tanto.
Comentario autora:
Okey, es mi primer fic Yaoi de los DBSK, si en algo me equivoco no teman en decírmelo, soy humana y puedo errar. No sé, tenía intenciones de empezar con un oneshot, pero después me vi escribiendo una cosa kilométrica que veía no acababa de narrar, me fui enredando hasta que salió esto y decidí que sería para largo.

Capitulo:

Capítulo 1 •  Capítulo 2
Capítulo 3Capítulo 4
Capítulo 5Capítulo 6
Capítulo 7Capítulo 8 

Letters: Guilt and letters

Era lunes, el día en que aparecían en su bolso aquellas notas que le hacían vibrar por completo, tan simples y bellas lo llenaban de esperanzas, alguien del staff sentía cosas por él, quizás fuera esa persona que le robaba cada suspiro y sonrisa desde hace unos cuantos meses. Sí desde de hace tres meses que soñaba con que esos trozos de papel que comenzaron a llegarle fueran de él pero no lograba reunir el valor de preguntarle. Aun así cada lunes corría después del trabajo para leerlas.

-¡Junsu!...-alguien lo llamaba, pero él aceleraba el paso hasta el vestidor- ¡Junsu!-se volvía a escuchar- ¡Junsu!...-una mano le cogía con firmeza el hombro, deteniéndolo por completo frente a las escaleras, no las había visto- ¡Dios Junsu! ¿En qué mundo andas?-Junsu giro su rostro para mirar con sus ojos muy abiertos y agradecido a su salvador que lo miraba con el ceño fruncido, gesto que su suavizó de inmediato al ver la expresión de cachorro abandonado que le ponía el más bajo.

-¡¡Thank you Chun!!…¡¡Eres mi héroe!!-exclamó abrazándose a su compañero y dándole un beso en la mejilla- ¡Sin ti estaría muerto!... o con alguna parte rota y no podría estar en el escenario en mucho tiempo-otra vez esa sonrisa que deshiela hasta los fríos pisos polares, hizo desaparecer las intenciones de reprenderlo que tenía Yoochun.

-Un día de estos tendrás un accidente de verdad grave si no tienes cuidado Hyung-fue cuanto lo reprendió, golpeándole con su dedo índice la punta de la nariz- Y no queremos que eso suceda... ¿Qué sería de nosotros sin ti?-pregunto con un talante protector que hizo al chico de cabellos más claros teñir sus mejillas de un tono rosa adorable.

-¡Qué lindo eres!... gracias por preocuparte... –arrugo sus labios dándose un aire muy inocente, aumentado luego de que Yoochun le desordenara el cabello amistosamente- Tendré más cuidado te lo prometo pero ahora me tengo que ir... –estaba ansioso y no quería demorar más para leer la nota de esa semana, parecía niño en su fiesta de cumpleaños a segundo de abrir los regalos.

-¿Eh? Pero si nos vamos todos juntos ¿Qué es lo que tanto te apura?-miro con suspicacia a su amigo, una sonrisa traviesa en sus carnosos labios que hizo al otro ponerse ligeramente nervioso, sabía que a Chun no podría engañarle con mucha facilidad, además de que él era malísimo mintiendo.

-Na... Nada es sólo que... –sus mejillas se encendieron con fuerzas- ¡necesito ir al baño!-termino por decirle cerrando con fuerzas los ojos, escuchando como el otro reía con toda libertad diciendo que no lo detendría más entonces que era libre irse si prometía no correr por los pasillos- ¡Lo prometo!... ¡Gracias Chun!-el moreno nunca se cansaba de que Junsu le diera las gracias, por una u otra cosa escuchar su nombre en boca suya le tranquilizaba le decía ‘existen en la vida de él, tranquilo’ y como siempre lo dejaba ir hacia un sitio donde él no tenía lugar. Suspiro pesadamente reprimiendo, ignorando, la mecha del dolor que guardaba en su interior, amaba a Xiah Junsu, pero esté amaba a alguien que no existe, a alguien que no existe más que en un papel. Yoochun llevó sus manos al rostro propio tratando de no dejarse llorar, la culpa lo estaba destrozando, no entendía como pudo ser tan estúpido como para aceptar ser parte de aquello.

~°+°~°+°~°+°~ Tres meses atrás ~°+°~°+°~°+°~


Caminaba por las calles de Seúl oculto por las ropas de invierno, en su mente reconociendo que estas fechas tenían sus beneficios, había ido por los regalos de navidad para sus seres queridos así que tenía los brazos llenos de bolsas y un pequeño dolor de cabeza que le calaba de lado a lado, pensaba en un regalo muy especial, el regalo que lo haría ir hasta una tienda bastante elegante, bueno de renombre internacional. Hace un mes que encargo a la joyería Cartier un guardapelo de plata, con una pequeña reseña en piedras de amatista ‘Sí el mundo acabará hoy moriré feliz, sólo porque pude ver tu sonrisa una vez más, te amo ’ lo había mandado a escribir en un idioma extranjero, no en ingles porque sería fácil que él encontrará quién le traduzca el escrito, en español sería un poco más difícil y más si le decía que era un lenguaje que él había inventado para que no pudiera saber que dice, una pequeña broma que ocultará su declaración. Otro problema había sido que la joyería aceptara crear un guardapelo con una inscripción tan larga, manteniendo la forma de corazón alado y la fotografía de los cinco en ella, pero no le importó la alta suma de dinero que le pidieron por crear ese pequeño desafío, era para su querido delfín. Claro, que creo guardapelos similares para sus otros compañeros, la misma foto, misma forma y distinta inscripción.

Dejo las cosas para el resto de la gente en el portaequipaje del automóvil, hamann lamborghini gallardo, que para ser sinceros con el común de la gente llamaba muchísimo la atención, pero el cantante no parecía notarlo al dejar las cosas y regresas por su preciado regalo canturreando la melodía de With all my Heart y ganándose la suspicaz mirada de más de alguna muchachita. Cuando al fin alcanzó la tienda con el letrero rojo que dictaba ‘Cartier’ sonrío tras la abultada bufanda e ingreso.
-¿Hello?...-saludo interrogante ante la vacía entrada, era extraño que esté sitio tan grande y elegante no tuviera a nadie para recibirlo en ese momento, pero no era más que su falta de visión, ayudado por el exceso de ropas para ocultarse, que no lo dejó ver a la señorita que estaba junto a la puerta.

- Welcome to the Cartier jewelry...–la artificialmente amable voz de la vendedora a su espalda le hizo dar un brinco, se giró casi de inmediato dando una de sus sonrisas más galantes a modo de disculpa una vez se quitó la bufanda que le cubría medio rostro- My name is Ekaterina Petrova What I can I serve? -pregunto en un fluido ingles que como la primera vez que vio a esa muchacha sorprendió y causo mucha gracia, sabía que ella era una muchacha rusa viviendo en Corea del Sur que habla perfectamente el idioma de los enemigos de su nación. Bueno, también le hace aun más gracia que la joven se muestra tan segura de si misma hasta... que como ahora se quitó la prenda, ella empezó a jugar nerviosamente con sus dedos y en las pálidas mejillas se pintó un delicado carmín que resaltaba los grandes ojos color esmeralda que tenía, tan brillantes y joviales-Mr Park! ... So long !...-exclamó tratando de mantener la compostura, pidiendo que el muchacho no se diera cuenta de que ella sentía una profunda admiración por él, que era una de sus muchas fanáticas.

- Not so much ... In fact I came yesterday - le hizo alcance acercándose a la chica- Oh! Truth yesterday I attended a kid ... -recordó algo avergonzado, al ver el pequeño puchero de Ekaterina- Sorry ... told me that my order would be here today ...–agregó con ilusión, los ojos del moreno brillaron con intensidad.

- Your order ?...-tratando de recordar- oh yeah ... pero aún no llegan con los artículos privados para hoy... tal parece que hubo un atascamiento en alguna parte del papeleo que nos atrasó con todo... –explico con un hilillo de voz,, sintiéndose humillada por tener que hacerlo esperar- Si usted desea puede venir mañana... yo misma me haré cargo de cuidarlo-le ofreció decidida, pero Yoochun negó con la cabeza- ¿Señor Park?-parecía que la rusa iba a llorar.

-No te preocupes puedo esperar a que lleguen... hoy nos dieron el día libre... -se apresuró a decir al verle los ojos húmedos a la amable vendedora- Mañana tendré mucho trabajo... ya sabes el concierto ¿No?- la chica asintió con pesadumbres, había querido comprar ticket de entrada, pero su dinero no era mucho y no le habían pagado el mes aún- Así que hoy esperaremos... –afirmó notando la fugaz mirada triste de ella- ¿Vas a ir?-pregunto con timidez, ella negó en silencio- Es una pena... ¿Por qué? -murmuró incómodo.
-Me toca trabajar hasta tarde mañana y no me han dado permiso para una salida temprana... -contesto, mintiendo muy mal porque el concierto sería luego de la hora en que cierra el comercio- Señor Park... podría tomar asiento mientras espera-ofreció gentil como siempre- yo le serviré un café... - Yoochun sonrió sentándose en un mullido sofá blanco, no se había dado cuenta en que minuto habían empezado a hablar en un fluido coreano. Sí no existiera su delfín seguramente se habría enamorado de una chica como ella, gentil, humilde, muy bonita, pero por sobre todo inteligente... habría que serlo para manejar tan bien tantos idiomas. Cuando Ekaterina volvió con la taza de café él insistió en que le acompañara bebiendo ella también uno, le tomo su tiempo pero la convenció.

Así pasaron mucho tiempo hablando, entro mucha más gente y el notó que no solo estaba ella trabajando como vendedora, era sólo que los vendedores de aquella tienda no salían a menos que hubiese clientes para que no se viera muy sobré poblado el lugar, también supo que Ekaterina llevaba un año en Corea, que era de Moscú y que antes por el trabajo de su padre vivió en la misma ciudad de estados unidos que él, que manejaba el japonés y el francés con la misma destreza que los idiomas que habían estado hablando y que trabajaba ahí para pagar sus estudios, porque se había revelado a su padre y no siguió viajando con su familia, y por conclusión que no era mucho el dinero que poseía como para gastarlo en la ida a un concierto. Por casi dos horas estuvo hablando con la vendedora, dos horas muy amenas en las que vio llegar a unos hombres con dos maletines de seguridad encadenados a sus muñecas, pasaron directo a la parte trasera de la tienda sin hacer ninguna pregunta.

-Deben traer su encargo-dijo francamente animada la muchacha, efecto también de las tres tazas de café que habían bebido- Voy y vuelvo... con su permiso- hizo una reverencia, era asombrosa hasta esas cosas las manejaba, pensó el moreno, antes de que se perdiera en la puerta de la trastienda. Demoro más o menos diez minutos, volvió con una caja blanca- Se lo dije... -sonrío emocionada dejando sobre la mesa de centro, sí en la tienda habían cuatro juego de salón todos blancos con sus respectivos muebles- Perdone la espera...- abrió la caja sacando cinco estuches verde oscuro de terciopelo, cinco centímetros de ancho por veinte de largo, que deposito sobre el vidrio- El gerente le otorga un diez por ciento de descuento al valor total de su compra, en compensación por la espera... –era claro, ella había conseguido ese descuento- Espero sean de su agrado.

Yoochun abrió uno por uno los estuches, todos corazones alados de plata con incrustaciones pequeñas piedras de amatista formando la oración ‘DBSK’ en la tapa y en el interior la fotografía de los cinco con otra inscripción ‘For ever friend’ en cuatro, en la de Junsu estaba la frase más especial. Sonrío satisfecho.
-Muchas gracias... –le dijo con franco afecto, esa muchacha extranjera ayudo a que esos regalos fueran como él los quería. Guardo cada guardapelo en su estuche correspondiente, cada uno estaba grabado con hilos de plata el nombre de su portador, pensando en Junsu. Hasta que se quedó mirándola a ella- No quiero el descuento... –dijo tajante y sorpresivamente, haciendo que ella lo mirará casi con horror- ¿Puedo hablar con tú jefe?

-¿Qué?... ¿a... algo le molesto? ¿Hice algo mal? ¿Las joyas tienen algún defecto?-Yoochun solo sonreía negando- ¿Entonces qué ocurre?...-nuevamente parecía que se iba a poner a llorar.

-tranquila no es nada malo... - le entrego sus regalos y fue hasta la parte trasera de la tienda, donde estuvo cerca de cinco minutos- Listo Eka... –la chica se había puesto a llorar donde la había dejado- ¿Qué pasó?- pregunto preocupado, ella solo gimoteaba que no podía perder su trabajo- Ya... tranquila-la consolaba- No lo harás... yo sólo-ella seguía llorando- sólo pedí permiso para ti... para que mañana fueras al concierto que daremos... -la chica le miraba con sus ojos llenos de lágrimas sin poder creerlo- serás mi invitada... -agrego sonriendo dulcemente. Le tomo algunos minutos hacer que ella le creyera, pero al final se fue dejando a una chica muy feliz, contagiando de su alegría a quien se relacionaba con ella el resto de su día.

Había avanzado un par de tiendas hacia el estacionamiento cuando se encontró con uno de sus compañeros, aunque no hubiese estado tan poco oculto lo habría reconocido. Jaejoong vestía un abrigo blanco, un sombrero negro y gafas de sol negras, además de unos jeans azules y botas de punta redonda negras, Yoochun se acercó a él mirándolo entre curioso y molesto.

-Podrías haberte ocultado un poco... -dio por saludo, él había logrado tener un día muy tranquilo gracias a que nadie lo reconoció, claro salvo los dependientes que le atendieron- A algunos nos gusta llevar una vida más tranquila de vez en cuando... –estaba molesto con su cobrizo amigo.

-Pero si nadie me a reconocido Chun...-le objeto sonriendo de medio lado, con un aire travieso, golpeando afectuoso la mejilla derecha del moreno- como vi tú automóvil y a ti en la tienda esa me dio curiosidad- agregó con fingida inocencia. Yoochun lo miraba con una ceja alzada, fijando su mirada en el grupo de escolares que se agrupaba unos metros atrás de Jaejoong.

Suspiro cansado, indicándole con un gesto de mano que lo siguiera, el cobre lo siguió sin reclamos mirándolo con lobuna sonrisa hasta el vehículo del moreno, pero... para llegar debían cruzar por donde estaba el amenazante grupo.

-Cuando cuente tres comienzas a correr... – Habló Yoochun resignado a que su día de paz había sido enviado directo al drenaje por su amigo, que lo miraba ahora así, sin entender- Te están siguiendo... las vi desde el principio...-le explico, Jaejoong alzo la mirada con gesto arrogante y las vio, al grupo que se iba haciendo a cada minuto más grande. Miro luego a Yoochun y asintió- Uno... -las chicas se acercaban- ¡tres!...-aferró su preciado paquete y a su amigo del antebrazo. Demoraron un segundo en llegar al vehículo, abrirlo y ponerlo en marcha.

-¡Mi... Mi auto!-recordó al pasar junto a su maserati blanco- ¡¡Yoochun regresemos por Mi auto!!-le exigió, pero Micky lo ignoró, no deseaba enfrentar a ningún grupo de fan ese día- ¡¡Park Yoochun Regresa por mi vehículo ahora mismo!!-insistió furioso Hero.

-Luego enviamos a alguien del Staff por él... –le contesto sin inmutarse ante la cara furiosa de su compañero- Además es tú culpa por andar sin cuidado... así que no te quejes... -le espetó sin siquiera mirarlo- ¿Y qué querías decirme? Digo no te habrías quedado esperándome fuera sin una razón ¿No?-Hero cambio su semblante de una expresión enajenada a una maliciosa que hizo estremecerse a Yoochun.

-¿Qué estás pensando Young Woong JaeJoong?-pregunto con no disimulada desconfianza, conocía lo suficiente al cobrizo como para saber que no era nada bueno y que alguien era el blanco de su descabellada mente.

-¿Te has fijado que últimamente Junsu anda algo deprimido?-le pregunto con voz delicada, fijando la mirada en el exterior, tamborileando con sus dedos sobre la propia rodilla, esperando la respuesta, que no fue más que un mohín afirmativo- Me preocupa que terminé afectando su desempeño... –agregó con igual delicadeza- debemos hacer algo para subirle el ánimo... es nuestro amigo ¿No?- No era primera vez veía que Hero preocupado por alguien, y su suspicacia desapareció tan rápido como había llegado.

-¿Qué tienes en mente?-se atrevió a preguntar obteniendo la escalofriante sonrisa de nuevo en boca de su amigo, por un segundo se arrepintió de haber preguntado y meses más tarde de haber aceptado.

-Según me di cuenta el decaimiento de Junsu coincide con el comienzo de la relación de Yunho con esa chica del Staff... ¿Cómo se llama?-empezó a hablar con demasiada dulzura.

-Mae... así creo que se llama o por lo menos le dice Yunho-respondió, sí, él había notado el cambio de ánimos de su querido Junsu y le dolía verlo tan cabizbajo por otra persona- Dime de una vez por toda que estas pensado... -pidió, él haría todo por ver la sonrisa de su delfín nuevamente.

-ya, te cuento... –la sonrisa se ensanchó en boca de Jae- Quiero comenzar a darle notas con declaraciones de amor... para que se enterase de que existe ‘alguien’-hizo el gesto de las comillas- esta loco por él... así Junsu estará feliz y actuará mejor, Simple ¿no?-parecía convencido de que aquello resultaría, tanto que convenció a Micky de seguirlo en su plan, claro después de un trayecto completo en que le dio los pro y los contra del plan.

-¡Está bien!...-grito una vez había estacionado el vehículo en su correspondiente aparcadero bajo el edificio departamental en que vivía- Te ayudaré, pero si veo que Junsu se deprime más... le contaré que somos nosotros quienes le escribieron todo eso... -trago saliva- no importa que luego nos odie ¿Entendido?

-Entendido, pero estoy seguro de que no empeoraremos nada... –tomo el rostro de su amigo y le dio un beso en la mejilla, cuando se bajaron vieron a Junsu también bajando de su BMW M6 Cabrio, se les acerco con una sonrisa en los labios, la misma sonrisa triste que llevaban tiempo viéndole.

-¿De dónde vienen tan melosos?-pregunto con lágrimas en los ojos, lagrimas que solo Jae vio y se apresuró a secar con sus fino dedos- ¿Qué? ¿Qué tengo?...-pregunto asustado del gesto.

-¿Nosotros melosos?...-devolvió la pregunta el chico de cabellos cobre, mientras Micky descargaba su maletero- Se nota que no nos venias siguiendo... -rió divertido, como siempre ocultando su risa tras las manos- pero primero dime tú ¿Por qué esas lagrimas?... –pregunto preocupado, esa consulta la escucho Yoochun que se apuró a llegar junto a ellos y todo su cargamento de obsequios.

-¿Yo? ¿Llorando? No como se te ocurre... –rió, sus amigo lo miraban con una expresión fácilmente legible como un ‘No nos engañas’- este... pasa que... me declaré a una persona y me rechazó... -Junsu dejó caer sus lágrimas abrazándose a Hero, este le abrazo mirando afligido a Yoochun, no había más... ahora estaba del todo convencido.


~°+°~°+°~°+°~ De regreso a la actualidad ~°+°~°+°~°+°~



Entró al camerino con una enorme sonrisa en el rostro, corrió hasta su tocador y ahí estaba ese amado sobre de papel, esta vez era de un suave color cielo, esperándolo como cada lunes desde navidad, con manos temblorosas e ignorante de que en el pasillo Jaejoong informaba a Yoochun de que había dejado el sobre donde siempre. Junsu se sentó en el asiento frente al espejo para abrir con cuidado el sobre.
En el papel blanco una trabajada caligrafía dictaba unas pequeñas líneas:

Junsu:
¿Cómo esté mí pequeño ángel? Bien ¿Verdad? Hoy te has visto más hermoso que nuca en el ensayo, cuando comenzaste a ensayabas Beautiful thing me pareciste más hermoso que nunca. Continúa brillando para mí, dame una razón para seguir en este mundo con tú sola existencia.

Junsu, ¿Algún día tendré el valor para decirte a la cara cuanto te amo? Espero que sí, por el momento por favor sigue siendo mí estrella en el horizonte. Sigue siendo el oxígeno que necesito para vivir.
Quien te ama



El muchacho la leyó unas tres veces antes de guardarla cuidadosamente en su agenda, junto a las otras notas, un poco antes de que entrará el líder del grupo. Hubo un incomodo silencio entre ellos antes de que Yunho decidiera avanzar hasta uno de los asientos.

-Lo hiciste bien hoy... –le felicitó, era más que obvio lo que le incomodaba el estar con Junsu sólo, y el otro lo notaba sin entender que los rumores de pasillo habían hecho que el mayor comenzara a mantener una difícil relación con Xiah.

-oh...Gracias, tú también lo hiciste muy bien-correspondió el halago con toda naturalidad, estaba muy contento con su nueva carta, tomando sus cosas de aseo y dirigiéndose a las duchas un poco antes en que entrará Changmin- ¡¡Min!! ¿Vienes a las duchas?-pregunto al menor.

-¡Claro! Si el manager ya nos soltó lo único que quiero es agua caliente y mi cama...-la idea le hacia ilusión a todos después de un duro día de ensayos y entrevistas- Espera que voy por mis cosas...-hizo lo dicho y siguió al delfín- Nee Yunho ¿Tú vienes?-pregunto, pero ya era tarde el líder se había quedado dormido sentado- Pobre... –susurro para no despertarlo tomando una abrigo para cubrirlo, y fue a las duchas.


Fin capitulo


Para las que les dio pereza traducir o sufrieron con mi asqueroso inglés, les dejo la charla entre la vendedora y Yoochun:

-Bienvenido a la joyería Cartier... –la artificialmente amable voz de la vendedora a su espalda le hizo dar un brinco, se giro casi de inmediato dando una de sus sonrisas más galantes a modo de disculpa una vez se quito la bufanda que le cubría medio rostro- Mí nombre es Ekaterina Petrova ¿En qué le puedo servir? -pregunto en un fluido ingles que como la primera vez que vio a esa muchacha sorprendió y causo mucha gracia, sabía que ella era una muchacha rusa viviendo en Corea del Sur que habla perfectamente el idioma de los enemigos de su nación. Bueno, también le hace aun más gracia que la joven se muestra tan segura de si misma hasta... que como ahora se quitó la prenda, ella empezó a jugar nerviosamente con sus dedos y en las pálidas mejillas se pinto un delicado carmín que resaltaba los grandes ojos color esmeralda que tenía, tan brillantes y joviales- ¡Señor Park!... ¡Tanto tiempo!...-exclamó tratando de mantener la compostura, pidiendo que el muchacho no se diera cuenta de que ella sentía una profunda admiración por él, que era una de sus muchas fanáticas.

-No es tanto.. De hecho vine ayer- le hizo alcance acercándose a la chica- ¡Oh! Verdad que ayer me atendió un chico... -recordó algo avergonzado, al ver el pequeño puchero de Ekaterina- perdón... me dijo que hoy estaría aquí mi encargo... –agregó con ilusión, los ojos del moreno brillaron con intensidad.

-¿Su encargo?...-tratando de recordar- oh sí... pero aún no llegan con los artículos privados para hoy... tal parece que hubo un atascamiento en alguna parte del papeleo que nos atrasó con todo... –explico con un hilillo de voz,, sintiéndose humillada por tener que hacerlo esperar- Si usted desea puede venir mañana... yo misma me haré cargo de cuidarlo-le ofreció decidida, pero Yoochun negó con la cabeza- ¿Señor Park?-parecía que la rusa iba a llora