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lunes, 18 de junio de 2012

Polos ¿Opuestos?: “En tan solo unos minutos…”



 “¡Corea del sur!...” “¡Maldita nuestra suerte!...” “¡Corea!...” “¡Somos unas bastardas con suerte!...” “¡Woah! que grande el aeropuerto…” “Si voy a esa tienda, definitivamente me perderé, mejor no…” “¿Qué shit dice el cartel?, No entiendo nada…”, así fueron los pensamientos de un grupo de chicas al pisar suelo coreano, Hana, una de las mayores del grupo había ganado un premio en el centro comercial donde compro el vestido de graduación para su hermana menor y la mayor de sus primas, tenía que escoger a siete amigas para ir a uno de los destinos del concurso, obteniendo uno de los primeros lugares (El 2º para ser exacta) de no haber escogido la ganadora del primer premio como destino Japón seguramente ese hubiese sido el destino de Hana y sus amigas, pero no pudo ser, sabiendo que a la mayoría de sus más cercanas las haría más que feliz ir a Corea del Sur tomo este paquete, Dos meses en el país asiático con estadía y US$100.000 de viáticos, si sacabas la cuenta para  siete personas no era mucho, pero casi todas trabajan y podrían llevar más dinero; Sin olvidar que el premio este parecía sacado del más descabellado sueño. Para la ganadora no fue nada fácil escoger entre sus amistades, bueno en realidad la mayoría de los puestos fueron tomados fácilmente, solo había tenido problemas con un cupo.

-Oye Hana ¿Por qué la cara de zombi?-pregunto una chica vestida de negro bastante baja, picándole el hombro con una larga uña azul eléctrico, la agredida levanto su rostro mirándola con una emoción escrita con grandes letras- ¿Eh? No me digas… ¿aun te sientes culpable por lo del Jun?-la chica de cabello corto asintió- ¡Serás tonta! ¡Si no hacías eso Okasan no podría venir, necesitábamos el cupo!...

-Claro como a ti cuando regresemos te seguirá hablando, en el aeropuerto no se despidió de mi-se lamentó bajando la cabeza.

-Debiste usar mi cupo si te ibas a arrepentir-interrumpió una chica alta y delgada- Todavía no entiendo porque descartaste al Jun y no a mi…

Las otras chicas la miraron, la de cabello corto con desgano  suspiro y se puso de pie, acercándose a la que hablo ultimo puso su mano en el hombro de esta, dirigiendo a su otra amiga una mirada cómplice.
-Hayashi, no entiendas, tu acéptalo simplemente, la que debe complicarse soy yo… -dijo muy segura, casi con cariño-seguro de regreso Jun me atara a un árbol y le dará de garrotazos o quizás algo peor-parecía que en un segundo toda la angustia había desaparecido y ahora simplemente bromeaba con el hecho de que un amigo estaba furioso con ella, pero su deber como amiga era tratar de sanar el corazón de su amiga, aunque esta no supiera que ella estaba al tanto de todo. Hayashi, o Hiyaya como le dicen a escondidas, esbozo el reflejo de una sonrisa en su oscuro semblante, no era tonta y tenía la certeza que su participación en este viaje tenía mucho que ver con la influencia de Susubel.

-Está bien-dijo al fin.

-Muy bien, ahora… ¿Las demás?-pregunto volviéndose a la pelirroja, Susubel.

-Fueron por el equipaje, para eso venía a buscarte sino luego será muy difícil con tu nulo coreano-lo que dijo, fue más para burlarse de la mayor.

-Serás molestosa pitufa… los últimos meses estuve aprendiendo, con ese amigo de la Janushka- se defendió, pero recibió un puntapié a sus canilla- hija de…-maldijo sobándose la zona golpeada- ya verás…-la agresora salió huyendo como si fuera una niña de  años y no la mujer de 22años que era, seguida por la otra. Hayashi las siguió lentamente, sin dejar de avergonzarse de sus mayores, fue empujada por un hombre alto de piel bronceada y sonrisa perfecta.

-¡Ten cuidado animal!-grito Hayashi, pero el tipo la miro sin entenderle nada lo que decía, pero entendiendo por la expresión de molestia de Hayashi que no era nada bueno.

-“Tú también deberías tener cuidado niña”-le dijo el sujeto en coreano, porque él creía que fue culpa de ella al caminar sin precaución en un sitio tan concurrido.

-‘¿Perdón?’-hablo molesta, esta vez en inglés, poniendo sus manos en forma de jarrón a cada lado de su cadera-‘Tú deberías disculpar pilar andante’-muy bien, Hayashi no estaba siendo muy amable, pero ella era así, rara vez era amable o complaciente.
El tipo resopló moviendo unos mechones que caían sobre su piel bronceada- ‘¿quieres decir que yo debería pedir disculpas?’-pregunto molesto.

-‘¿Quién sino?’-

-‘No me hables así ¿Sabes quién soy?’

-‘¿Crees que me interesa?’-

-“Niña ignorante”-

-‘¿Te aprovechas porque no sé tú idioma para insultarme?...cobarde’-

-‘Cobarde ¿yo?...ridículo’-resoplo sin paciencia, claro Hayashi no sabía que él había tenido ya una semana en la que no lograba dormir bien ni siquiera tenía media hora de paz en su apretada agenda y que si se le sumaba una extranjera prepotente, colapsaba.

-‘NO, seguro me digo cobarde a mí misma’-hablo sarcástica, mirándolo afiladamente, el tipo se sintió extraño ante esa mirada oscura, si él fuese alguien común y corriente seguramente se sentiría intimidado, pero no, él era…

“Rain…demonios hombre ¿Dónde estabas?” apareció un hombre mayor vestido de oficina con un grupo de guardaespaldas, Hayashi miro con la misma expresión al grupo entrante, por un segundo los hombres se detuvieron “¿Una Fan?” Preguntó el que encabezaba el grupo, pero claro Hayashi entendió la última palabra.

‘¿Fan de eso?’-increpo al tipo apuntando a Rain, con una mueca en su rostro que le hacía creer que vomitaría en cualquier segundo-‘No me haga enfermar, sino vomitare en sus zapatos… debería incluirlo en una clase de modales y…’-no siguió con sus palabras despectivas al escuchar a una dulce voz llamarla.

-ia ayachi-una niña de no más de tres años corría hacia la morena extendiéndole sus blancas manitas seguida de un grupo de mujeres.
-‘¿Quién te cree mocosa para insultar a mi representado?’-hablo al fin el hombre mayor de pie a un paso de Hayashi, que se inclinaba para tomar en brazos a la pequeña.

-‘La persona a la que su representado empujo e insulto, y no le ofreció ni un simple ‘disculpa’, esa soy’ le respondió con toda dignidad, girándose a mirar a la niña que trataba de llamar la atención de la mujer hace un rato dándole besos en la mejilla.

-‘¿No tienes idea de quién es?’-la increpo, pero a Rain no le gustaba ese argumento, aunque hace poco lo había usado él mismo, al escucharlo le sonó molesto y casi humillante.

-¿Qué pasa Hayashi?-pregunto la pelirroja de hace un rato mirando molesta a los hombres, y nuevamente esa mirada fría, casi amenazante caía sobre Rain y su compañía pero esta vez en varias versiones.

-Nada, es que este tipo-apunto con la cabeza a rain- me empujo y quiere que yo me disculpe… ¡Ridículo! –explico.

-Sí, ridículo… mejor vámonos-puso su mano sobre el hombro de su amiga ignorando a los otros- No arruinemos nuestro primer día en Corea…-le propuso, pero no se movieron, la pequeña le estiraba las manos a Rain- ¿Qué pasa Aichuu?-miro hacia donde estiraba sus manitas la niña.

-api ein- decía la niña muy contenta. Rain y los otros la miraban sin entender, el manager instaba al artista para seguir su camino, pero este miraba la niña que lo llamaba tratando de entender lo que trataba de decir.

-¿qué dice?-pregunto Hayashi a la pelirroja sin entender.

-Api ein…-tratando de recordar y entender- ¡AH! Dice Papi Rain… -mira al tipo- ‘¿Cómo te llamas?’-pregunto con la calma de alguien que no es fan y es totalmente ignorante.

-‘Rain ¿Por qué?’-

-Ya veo…-miro hacia la otra porción del grupo que se mantuvo a distancia al ver que realmente no pasaba nada grave- ‘No te muevas… dame un segundo… ¡ah!’-quito a la niña de los brazos de Hayashi y se la dio a Rain- ‘tenla un segundo…’-él tomo a la pequeña desconcertado, pero ignorando la insistencia con que su manager le pedía seguir el camino y maldecía porque tomo en brazos a la niña. Por su parte Susbel y Hayashi fueron por las demás.

-¿Y la niña?-pregunto la que parecía ser la mayor, una mujer morena de cabellos castaños y orbes claras, preocupada.

-Vengan…-les dijo Susbel a todas- la niña esta por acá…quiero que veas a quien conoció…-la curiosidad fue grande, y con las maletas de todas, ya que también habían retirado el equipaje de Hayashi. Las siguieron hasta donde estaba rain jugando con la niña, muy entretenidos rodeados por la seguridad del aeropuerto, porque tanto tiempo en ese sitio había llegado un grupo de Fan. El manager lo regañaba sin éxito por seguir en ese lugar- Okasan ¿Quién es él?-pregunto Susbel empujando a la mayor hacia donde su hija jugaba con el artista un juego de manos, que él le enseñaba a la niña.

-asan…mamá…-la niña la reconoció abrazándose a Rain- ia api ein… -le contaba feliz tocando con sus manitas en rostro de Rain- Api ein… sechi api ein- remedando o intentándolo por lo menos, viejas frases de su madre, tías y tío.

-Yo… Dios-murmuro bajando la vista, como si sus zapatos fuesen muy interesantes.

-‘¿Eres la madre de la niña?’-pregunto gentilmente Rain.

-¿Eh? Oh… ‘Sí, lo soy’-tartamudeo, maldiciéndose mentalmente y prometiéndose que si había otro intercambio de palabras no tartamudearía, por más que la sonrisa que le estaba mostrando fuese para derretir el polo sur.

-‘Tu si me… Soy Rain ¿Cómo se llama?...’-Rain se sintió por primera vez en toda su vida verdaderamente nervioso, estuvo a un segundo de preguntarle si lo conocía para no tener que presentarse, no quería pasar esa vergüenza, la sensación que le produjo el tomar en brazos a la pequeña fue cálida, pero la que siente ahora era mucho mejor.

-‘Sé quién es, no se preocupe… Soy Gloria’-le hizo ver con toda la calma que podía debido a la emoción que la consumía, extendiéndole según educación la mano para estrechársela, el manager se tensó al ver que sin soltar a la niña Rain extendió su mano para estrechar la pequeña mano de la mujer. El calor que lleno a ambos adultos era placentero, sensacional, enternecedor, turbador, emocionante, realmente ninguno de los dos podría decidirse por una palabra o mil para describir lo que sintieron al tocarse. Rain no deseaba soltarla, pero tenía un vuelo que tomar y por más que quisiera no tenía permitido perder el vuelo. Gloria, u Okasan para sus cercanos, tampoco lo deseaba era como vivir un sueño, pero había algo más… una sacudida poderosa sobre viejas cicatrices sangrantes, se asustó en el fondo, pero dejo el miedo de lado cuando él la jalo hacia sí mismo abrazándola por los hombros.

-‘Me alegra que sepas quien soy, porque tus amigas no lo sabes…’-sonrío para ella-‘¿Una foto?’-era la primera vez que era él quien pedía eso, pero no quería olvidar ese rostro cariñoso, esas facciones de una mujer que luchaba contra todo con fuerza pese a la calidez que transmitía, no, no quería olvidarla. Así que saco su propio celular que se lo paso a uno de sus guardaespaldas- “Saca una foto”-le indico en coreano abrazándose a la mujer por los hombros de esta, y apoyando a la niña en su cadera. Apoyo su cabeza en la de ella-‘Di Kimchi’-le pidió entusiasmado.

La niña reía así que no necesitaba decir nada, pero los adultos… 1, 2, 3…Kimchi

Como se dijo, para ella era un sueño todo aquello, pero uno mil veces mejor… no había sido ella la que pidió la foto, fue él, fue el quien pregunto su nombre. El corazón de Okasan estaba corriendo una maratón que ni siquiera por el padre de su hija había corrido.
-‘¿Te la envió?’-la sacó de su mente la varonil voz de Rain- ‘Dame tu número de celular para enviártela’-le pidió, ella saco su teléfono del bolso para ver si tenía cobertura con sus mejillas rosada; detalle que sin que ella lo notara Rain plasmo en una fotografía, lo encontraba adorable; ¡Bendita sea su compañía!-‘¿Y?’-apremio, entonces ella le dio su número de celular, sin recordar que si él solo quisiera enviarle la foto podría hacerlo por Bluetooth- ‘Bien… ya te envió’-sonó de pronto ‘I do’ como ringtong de la mujer. Momento incómodo para ella.

-‘Bueno, yo te dije que sabía quién eres ¿No?’-le recordó ruborizada.

-‘Claro’-él sonreía [de verdad su asesor estaba al borde de un ataque de histeria porque él no se movía de lado de ella] feliz de ser el artista de esa mujer-‘Ese es mi número privado, no se lo des a nadie, por favor, solo te lo doy a ti’-quiso parecer casual, pero bajo esas palabras había un “No se lo des a nadie, pero si deseas llámame”-‘Debo irme… sino quedare sin asesor’-al fin noto el estado de su gente. La niña se había dormido en brazos de Rain.

-‘Esta bien… un honor conocerte, de verdad me agrado muchísimo’-dijo ella y él se marchó- ‘¡Ey…Rain espera un poco!-grito cuando el dio unos pasos. 

-‘¿Sí?’-la quedo mirando, saltando internamente al oírla llamarlo.

-‘Me devuelves…’-sonrisa incomoda que ocultaba una risa-‘A mi hija

-¿Eh?...-recién noto que se llevaba a la niña, tan liviana para él que no notó que aun la tenía-‘¡Claro…perdón!’-regreso y le dio a la niña, un nuevo rocé de mano, y una corriente eléctrica directo al alma para ambos. Se separaron, ella con la niña dormida y las emociones a flor de piel; El con una extraña que se quedaría clavada en su retina, en la piel escaza que toco y más aún… un extraña que se había colado en su corazón y estampado en su alma, él es un artista, es un hombre con bastante sensibilidad, la suficiente como para saber que esta fan, de esta fan se había enamorado en unos minutos.

-¡¡¡¡mujer afortunada!!!!!-gritaron dos mujeres a espaldas de Okasan, claramente en español al no ser entendidas por nadie que no fuese de su grupo, con el brillo emocionado ardiendo en sus ojos, Alexandra, Jany según quien la llame, una mujer de escaza altura y cabello oscuro había corrido con su hermana menor, Miranda (Cho para los que quieran) que honestamente no parecía ser la menor con su melena castaña, sus marcadísimas curvas y los diez centímetros de ventaja en altura que le llevaba a su hermana.
-¿Qué?-Okasan se sentía aturdida aun con los ocurrido recientemente y el corazón desbocado, si con suerte aun podía mantener entre sus brazos a la niña-¿Eh?-las mira parpadeando ida.

-¡Rain!!-les gritan las hermanas y ella cae en cuenta de todo, frente a los ojos de las chicas.

-tengan alguien a la niña-pide, la castaña de piel clara (Jany) le recibe a la pequeña, inmediatamente Okasan intenta tomar asiento- no me late el corazón…-lleva la mano a la altura del órgano, pero el grito emocionado no sale- Necesito beber algo fuerte y… no sé, creo que podría morir feliz ahora mismo-y nota como sus mejillas le arden.

-En el Hotel tendrás tu cosa fuerte…vámonos-la sonrisa de la pelioscura de melena corta (Hana) adelantándose con su equipaje y parte del que era de la mayor- Aun nos queda toda una odisea para llegar…-el malestar por el amigo abandonado paso al ver los ojos brillantes de su querida amiga- Cuando reacciones nos ayudas con tus cosas…-y en silencio comenzaron a caminar hacia la salida, sin saber la aventura que les espera vivir aun.



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