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domingo, 17 de junio de 2012

Letters: Guilt and letters

Era lunes, el día en que aparecían en su bolso aquellas notas que le hacían vibrar por completo, tan simples y bellas lo llenaban de esperanzas, alguien del staff sentía cosas por él, quizás fuera esa persona que le robaba cada suspiro y sonrisa desde hace unos cuantos meses. Sí desde de hace tres meses que soñaba con que esos trozos de papel que comenzaron a llegarle fueran de él pero no lograba reunir el valor de preguntarle. Aun así cada lunes corría después del trabajo para leerlas.

-¡Junsu!...-alguien lo llamaba, pero él aceleraba el paso hasta el vestidor- ¡Junsu!-se volvía a escuchar- ¡Junsu!...-una mano le cogía con firmeza el hombro, deteniéndolo por completo frente a las escaleras, no las había visto- ¡Dios Junsu! ¿En qué mundo andas?-Junsu giro su rostro para mirar con sus ojos muy abiertos y agradecido a su salvador que lo miraba con el ceño fruncido, gesto que su suavizó de inmediato al ver la expresión de cachorro abandonado que le ponía el más bajo.

-¡¡Thank you Chun!!…¡¡Eres mi héroe!!-exclamó abrazándose a su compañero y dándole un beso en la mejilla- ¡Sin ti estaría muerto!... o con alguna parte rota y no podría estar en el escenario en mucho tiempo-otra vez esa sonrisa que deshiela hasta los fríos pisos polares, hizo desaparecer las intenciones de reprenderlo que tenía Yoochun.

-Un día de estos tendrás un accidente de verdad grave si no tienes cuidado Hyung-fue cuanto lo reprendió, golpeándole con su dedo índice la punta de la nariz- Y no queremos que eso suceda... ¿Qué sería de nosotros sin ti?-pregunto con un talante protector que hizo al chico de cabellos más claros teñir sus mejillas de un tono rosa adorable.

-¡Qué lindo eres!... gracias por preocuparte... –arrugo sus labios dándose un aire muy inocente, aumentado luego de que Yoochun le desordenara el cabello amistosamente- Tendré más cuidado te lo prometo pero ahora me tengo que ir... –estaba ansioso y no quería demorar más para leer la nota de esa semana, parecía niño en su fiesta de cumpleaños a segundo de abrir los regalos.

-¿Eh? Pero si nos vamos todos juntos ¿Qué es lo que tanto te apura?-miro con suspicacia a su amigo, una sonrisa traviesa en sus carnosos labios que hizo al otro ponerse ligeramente nervioso, sabía que a Chun no podría engañarle con mucha facilidad, además de que él era malísimo mintiendo.

-Na... Nada es sólo que... –sus mejillas se encendieron con fuerzas- ¡necesito ir al baño!-termino por decirle cerrando con fuerzas los ojos, escuchando como el otro reía con toda libertad diciendo que no lo detendría más entonces que era libre irse si prometía no correr por los pasillos- ¡Lo prometo!... ¡Gracias Chun!-el moreno nunca se cansaba de que Junsu le diera las gracias, por una u otra cosa escuchar su nombre en boca suya le tranquilizaba le decía ‘existen en la vida de él, tranquilo’ y como siempre lo dejaba ir hacia un sitio donde él no tenía lugar. Suspiro pesadamente reprimiendo, ignorando, la mecha del dolor que guardaba en su interior, amaba a Xiah Junsu, pero esté amaba a alguien que no existe, a alguien que no existe más que en un papel. Yoochun llevó sus manos al rostro propio tratando de no dejarse llorar, la culpa lo estaba destrozando, no entendía como pudo ser tan estúpido como para aceptar ser parte de aquello.

~°+°~°+°~°+°~ Tres meses atrás ~°+°~°+°~°+°~


Caminaba por las calles de Seúl oculto por las ropas de invierno, en su mente reconociendo que estas fechas tenían sus beneficios, había ido por los regalos de navidad para sus seres queridos así que tenía los brazos llenos de bolsas y un pequeño dolor de cabeza que le calaba de lado a lado, pensaba en un regalo muy especial, el regalo que lo haría ir hasta una tienda bastante elegante, bueno de renombre internacional. Hace un mes que encargo a la joyería Cartier un guardapelo de plata, con una pequeña reseña en piedras de amatista ‘Sí el mundo acabará hoy moriré feliz, sólo porque pude ver tu sonrisa una vez más, te amo ’ lo había mandado a escribir en un idioma extranjero, no en ingles porque sería fácil que él encontrará quién le traduzca el escrito, en español sería un poco más difícil y más si le decía que era un lenguaje que él había inventado para que no pudiera saber que dice, una pequeña broma que ocultará su declaración. Otro problema había sido que la joyería aceptara crear un guardapelo con una inscripción tan larga, manteniendo la forma de corazón alado y la fotografía de los cinco en ella, pero no le importó la alta suma de dinero que le pidieron por crear ese pequeño desafío, era para su querido delfín. Claro, que creo guardapelos similares para sus otros compañeros, la misma foto, misma forma y distinta inscripción.

Dejo las cosas para el resto de la gente en el portaequipaje del automóvil, hamann lamborghini gallardo, que para ser sinceros con el común de la gente llamaba muchísimo la atención, pero el cantante no parecía notarlo al dejar las cosas y regresas por su preciado regalo canturreando la melodía de With all my Heart y ganándose la suspicaz mirada de más de alguna muchachita. Cuando al fin alcanzó la tienda con el letrero rojo que dictaba ‘Cartier’ sonrío tras la abultada bufanda e ingreso.
-¿Hello?...-saludo interrogante ante la vacía entrada, era extraño que esté sitio tan grande y elegante no tuviera a nadie para recibirlo en ese momento, pero no era más que su falta de visión, ayudado por el exceso de ropas para ocultarse, que no lo dejó ver a la señorita que estaba junto a la puerta.

- Welcome to the Cartier jewelry...–la artificialmente amable voz de la vendedora a su espalda le hizo dar un brinco, se giró casi de inmediato dando una de sus sonrisas más galantes a modo de disculpa una vez se quitó la bufanda que le cubría medio rostro- My name is Ekaterina Petrova What I can I serve? -pregunto en un fluido ingles que como la primera vez que vio a esa muchacha sorprendió y causo mucha gracia, sabía que ella era una muchacha rusa viviendo en Corea del Sur que habla perfectamente el idioma de los enemigos de su nación. Bueno, también le hace aun más gracia que la joven se muestra tan segura de si misma hasta... que como ahora se quitó la prenda, ella empezó a jugar nerviosamente con sus dedos y en las pálidas mejillas se pintó un delicado carmín que resaltaba los grandes ojos color esmeralda que tenía, tan brillantes y joviales-Mr Park! ... So long !...-exclamó tratando de mantener la compostura, pidiendo que el muchacho no se diera cuenta de que ella sentía una profunda admiración por él, que era una de sus muchas fanáticas.

- Not so much ... In fact I came yesterday - le hizo alcance acercándose a la chica- Oh! Truth yesterday I attended a kid ... -recordó algo avergonzado, al ver el pequeño puchero de Ekaterina- Sorry ... told me that my order would be here today ...–agregó con ilusión, los ojos del moreno brillaron con intensidad.

- Your order ?...-tratando de recordar- oh yeah ... pero aún no llegan con los artículos privados para hoy... tal parece que hubo un atascamiento en alguna parte del papeleo que nos atrasó con todo... –explico con un hilillo de voz,, sintiéndose humillada por tener que hacerlo esperar- Si usted desea puede venir mañana... yo misma me haré cargo de cuidarlo-le ofreció decidida, pero Yoochun negó con la cabeza- ¿Señor Park?-parecía que la rusa iba a llorar.

-No te preocupes puedo esperar a que lleguen... hoy nos dieron el día libre... -se apresuró a decir al verle los ojos húmedos a la amable vendedora- Mañana tendré mucho trabajo... ya sabes el concierto ¿No?- la chica asintió con pesadumbres, había querido comprar ticket de entrada, pero su dinero no era mucho y no le habían pagado el mes aún- Así que hoy esperaremos... –afirmó notando la fugaz mirada triste de ella- ¿Vas a ir?-pregunto con timidez, ella negó en silencio- Es una pena... ¿Por qué? -murmuró incómodo.
-Me toca trabajar hasta tarde mañana y no me han dado permiso para una salida temprana... -contesto, mintiendo muy mal porque el concierto sería luego de la hora en que cierra el comercio- Señor Park... podría tomar asiento mientras espera-ofreció gentil como siempre- yo le serviré un café... - Yoochun sonrió sentándose en un mullido sofá blanco, no se había dado cuenta en que minuto habían empezado a hablar en un fluido coreano. Sí no existiera su delfín seguramente se habría enamorado de una chica como ella, gentil, humilde, muy bonita, pero por sobre todo inteligente... habría que serlo para manejar tan bien tantos idiomas. Cuando Ekaterina volvió con la taza de café él insistió en que le acompañara bebiendo ella también uno, le tomo su tiempo pero la convenció.

Así pasaron mucho tiempo hablando, entro mucha más gente y el notó que no solo estaba ella trabajando como vendedora, era sólo que los vendedores de aquella tienda no salían a menos que hubiese clientes para que no se viera muy sobré poblado el lugar, también supo que Ekaterina llevaba un año en Corea, que era de Moscú y que antes por el trabajo de su padre vivió en la misma ciudad de estados unidos que él, que manejaba el japonés y el francés con la misma destreza que los idiomas que habían estado hablando y que trabajaba ahí para pagar sus estudios, porque se había revelado a su padre y no siguió viajando con su familia, y por conclusión que no era mucho el dinero que poseía como para gastarlo en la ida a un concierto. Por casi dos horas estuvo hablando con la vendedora, dos horas muy amenas en las que vio llegar a unos hombres con dos maletines de seguridad encadenados a sus muñecas, pasaron directo a la parte trasera de la tienda sin hacer ninguna pregunta.

-Deben traer su encargo-dijo francamente animada la muchacha, efecto también de las tres tazas de café que habían bebido- Voy y vuelvo... con su permiso- hizo una reverencia, era asombrosa hasta esas cosas las manejaba, pensó el moreno, antes de que se perdiera en la puerta de la trastienda. Demoro más o menos diez minutos, volvió con una caja blanca- Se lo dije... -sonrío emocionada dejando sobre la mesa de centro, sí en la tienda habían cuatro juego de salón todos blancos con sus respectivos muebles- Perdone la espera...- abrió la caja sacando cinco estuches verde oscuro de terciopelo, cinco centímetros de ancho por veinte de largo, que deposito sobre el vidrio- El gerente le otorga un diez por ciento de descuento al valor total de su compra, en compensación por la espera... –era claro, ella había conseguido ese descuento- Espero sean de su agrado.

Yoochun abrió uno por uno los estuches, todos corazones alados de plata con incrustaciones pequeñas piedras de amatista formando la oración ‘DBSK’ en la tapa y en el interior la fotografía de los cinco con otra inscripción ‘For ever friend’ en cuatro, en la de Junsu estaba la frase más especial. Sonrío satisfecho.
-Muchas gracias... –le dijo con franco afecto, esa muchacha extranjera ayudo a que esos regalos fueran como él los quería. Guardo cada guardapelo en su estuche correspondiente, cada uno estaba grabado con hilos de plata el nombre de su portador, pensando en Junsu. Hasta que se quedó mirándola a ella- No quiero el descuento... –dijo tajante y sorpresivamente, haciendo que ella lo mirará casi con horror- ¿Puedo hablar con tú jefe?

-¿Qué?... ¿a... algo le molesto? ¿Hice algo mal? ¿Las joyas tienen algún defecto?-Yoochun solo sonreía negando- ¿Entonces qué ocurre?...-nuevamente parecía que se iba a poner a llorar.

-tranquila no es nada malo... - le entrego sus regalos y fue hasta la parte trasera de la tienda, donde estuvo cerca de cinco minutos- Listo Eka... –la chica se había puesto a llorar donde la había dejado- ¿Qué pasó?- pregunto preocupado, ella solo gimoteaba que no podía perder su trabajo- Ya... tranquila-la consolaba- No lo harás... yo sólo-ella seguía llorando- sólo pedí permiso para ti... para que mañana fueras al concierto que daremos... -la chica le miraba con sus ojos llenos de lágrimas sin poder creerlo- serás mi invitada... -agrego sonriendo dulcemente. Le tomo algunos minutos hacer que ella le creyera, pero al final se fue dejando a una chica muy feliz, contagiando de su alegría a quien se relacionaba con ella el resto de su día.

Había avanzado un par de tiendas hacia el estacionamiento cuando se encontró con uno de sus compañeros, aunque no hubiese estado tan poco oculto lo habría reconocido. Jaejoong vestía un abrigo blanco, un sombrero negro y gafas de sol negras, además de unos jeans azules y botas de punta redonda negras, Yoochun se acercó a él mirándolo entre curioso y molesto.

-Podrías haberte ocultado un poco... -dio por saludo, él había logrado tener un día muy tranquilo gracias a que nadie lo reconoció, claro salvo los dependientes que le atendieron- A algunos nos gusta llevar una vida más tranquila de vez en cuando... –estaba molesto con su cobrizo amigo.

-Pero si nadie me a reconocido Chun...-le objeto sonriendo de medio lado, con un aire travieso, golpeando afectuoso la mejilla derecha del moreno- como vi tú automóvil y a ti en la tienda esa me dio curiosidad- agregó con fingida inocencia. Yoochun lo miraba con una ceja alzada, fijando su mirada en el grupo de escolares que se agrupaba unos metros atrás de Jaejoong.

Suspiro cansado, indicándole con un gesto de mano que lo siguiera, el cobre lo siguió sin reclamos mirándolo con lobuna sonrisa hasta el vehículo del moreno, pero... para llegar debían cruzar por donde estaba el amenazante grupo.

-Cuando cuente tres comienzas a correr... – Habló Yoochun resignado a que su día de paz había sido enviado directo al drenaje por su amigo, que lo miraba ahora así, sin entender- Te están siguiendo... las vi desde el principio...-le explico, Jaejoong alzo la mirada con gesto arrogante y las vio, al grupo que se iba haciendo a cada minuto más grande. Miro luego a Yoochun y asintió- Uno... -las chicas se acercaban- ¡tres!...-aferró su preciado paquete y a su amigo del antebrazo. Demoraron un segundo en llegar al vehículo, abrirlo y ponerlo en marcha.

-¡Mi... Mi auto!-recordó al pasar junto a su maserati blanco- ¡¡Yoochun regresemos por Mi auto!!-le exigió, pero Micky lo ignoró, no deseaba enfrentar a ningún grupo de fan ese día- ¡¡Park Yoochun Regresa por mi vehículo ahora mismo!!-insistió furioso Hero.

-Luego enviamos a alguien del Staff por él... –le contesto sin inmutarse ante la cara furiosa de su compañero- Además es tú culpa por andar sin cuidado... así que no te quejes... -le espetó sin siquiera mirarlo- ¿Y qué querías decirme? Digo no te habrías quedado esperándome fuera sin una razón ¿No?-Hero cambio su semblante de una expresión enajenada a una maliciosa que hizo estremecerse a Yoochun.

-¿Qué estás pensando Young Woong JaeJoong?-pregunto con no disimulada desconfianza, conocía lo suficiente al cobrizo como para saber que no era nada bueno y que alguien era el blanco de su descabellada mente.

-¿Te has fijado que últimamente Junsu anda algo deprimido?-le pregunto con voz delicada, fijando la mirada en el exterior, tamborileando con sus dedos sobre la propia rodilla, esperando la respuesta, que no fue más que un mohín afirmativo- Me preocupa que terminé afectando su desempeño... –agregó con igual delicadeza- debemos hacer algo para subirle el ánimo... es nuestro amigo ¿No?- No era primera vez veía que Hero preocupado por alguien, y su suspicacia desapareció tan rápido como había llegado.

-¿Qué tienes en mente?-se atrevió a preguntar obteniendo la escalofriante sonrisa de nuevo en boca de su amigo, por un segundo se arrepintió de haber preguntado y meses más tarde de haber aceptado.

-Según me di cuenta el decaimiento de Junsu coincide con el comienzo de la relación de Yunho con esa chica del Staff... ¿Cómo se llama?-empezó a hablar con demasiada dulzura.

-Mae... así creo que se llama o por lo menos le dice Yunho-respondió, sí, él había notado el cambio de ánimos de su querido Junsu y le dolía verlo tan cabizbajo por otra persona- Dime de una vez por toda que estas pensado... -pidió, él haría todo por ver la sonrisa de su delfín nuevamente.

-ya, te cuento... –la sonrisa se ensanchó en boca de Jae- Quiero comenzar a darle notas con declaraciones de amor... para que se enterase de que existe ‘alguien’-hizo el gesto de las comillas- esta loco por él... así Junsu estará feliz y actuará mejor, Simple ¿no?-parecía convencido de que aquello resultaría, tanto que convenció a Micky de seguirlo en su plan, claro después de un trayecto completo en que le dio los pro y los contra del plan.

-¡Está bien!...-grito una vez había estacionado el vehículo en su correspondiente aparcadero bajo el edificio departamental en que vivía- Te ayudaré, pero si veo que Junsu se deprime más... le contaré que somos nosotros quienes le escribieron todo eso... -trago saliva- no importa que luego nos odie ¿Entendido?

-Entendido, pero estoy seguro de que no empeoraremos nada... –tomo el rostro de su amigo y le dio un beso en la mejilla, cuando se bajaron vieron a Junsu también bajando de su BMW M6 Cabrio, se les acerco con una sonrisa en los labios, la misma sonrisa triste que llevaban tiempo viéndole.

-¿De dónde vienen tan melosos?-pregunto con lágrimas en los ojos, lagrimas que solo Jae vio y se apresuró a secar con sus fino dedos- ¿Qué? ¿Qué tengo?...-pregunto asustado del gesto.

-¿Nosotros melosos?...-devolvió la pregunta el chico de cabellos cobre, mientras Micky descargaba su maletero- Se nota que no nos venias siguiendo... -rió divertido, como siempre ocultando su risa tras las manos- pero primero dime tú ¿Por qué esas lagrimas?... –pregunto preocupado, esa consulta la escucho Yoochun que se apuró a llegar junto a ellos y todo su cargamento de obsequios.

-¿Yo? ¿Llorando? No como se te ocurre... –rió, sus amigo lo miraban con una expresión fácilmente legible como un ‘No nos engañas’- este... pasa que... me declaré a una persona y me rechazó... -Junsu dejó caer sus lágrimas abrazándose a Hero, este le abrazo mirando afligido a Yoochun, no había más... ahora estaba del todo convencido.


~°+°~°+°~°+°~ De regreso a la actualidad ~°+°~°+°~°+°~



Entró al camerino con una enorme sonrisa en el rostro, corrió hasta su tocador y ahí estaba ese amado sobre de papel, esta vez era de un suave color cielo, esperándolo como cada lunes desde navidad, con manos temblorosas e ignorante de que en el pasillo Jaejoong informaba a Yoochun de que había dejado el sobre donde siempre. Junsu se sentó en el asiento frente al espejo para abrir con cuidado el sobre.
En el papel blanco una trabajada caligrafía dictaba unas pequeñas líneas:

Junsu:
¿Cómo esté mí pequeño ángel? Bien ¿Verdad? Hoy te has visto más hermoso que nuca en el ensayo, cuando comenzaste a ensayabas Beautiful thing me pareciste más hermoso que nunca. Continúa brillando para mí, dame una razón para seguir en este mundo con tú sola existencia.

Junsu, ¿Algún día tendré el valor para decirte a la cara cuanto te amo? Espero que sí, por el momento por favor sigue siendo mí estrella en el horizonte. Sigue siendo el oxígeno que necesito para vivir.
Quien te ama



El muchacho la leyó unas tres veces antes de guardarla cuidadosamente en su agenda, junto a las otras notas, un poco antes de que entrará el líder del grupo. Hubo un incomodo silencio entre ellos antes de que Yunho decidiera avanzar hasta uno de los asientos.

-Lo hiciste bien hoy... –le felicitó, era más que obvio lo que le incomodaba el estar con Junsu sólo, y el otro lo notaba sin entender que los rumores de pasillo habían hecho que el mayor comenzara a mantener una difícil relación con Xiah.

-oh...Gracias, tú también lo hiciste muy bien-correspondió el halago con toda naturalidad, estaba muy contento con su nueva carta, tomando sus cosas de aseo y dirigiéndose a las duchas un poco antes en que entrará Changmin- ¡¡Min!! ¿Vienes a las duchas?-pregunto al menor.

-¡Claro! Si el manager ya nos soltó lo único que quiero es agua caliente y mi cama...-la idea le hacia ilusión a todos después de un duro día de ensayos y entrevistas- Espera que voy por mis cosas...-hizo lo dicho y siguió al delfín- Nee Yunho ¿Tú vienes?-pregunto, pero ya era tarde el líder se había quedado dormido sentado- Pobre... –susurro para no despertarlo tomando una abrigo para cubrirlo, y fue a las duchas.


Fin capitulo


Para las que les dio pereza traducir o sufrieron con mi asqueroso inglés, les dejo la charla entre la vendedora y Yoochun:

-Bienvenido a la joyería Cartier... –la artificialmente amable voz de la vendedora a su espalda le hizo dar un brinco, se giro casi de inmediato dando una de sus sonrisas más galantes a modo de disculpa una vez se quito la bufanda que le cubría medio rostro- Mí nombre es Ekaterina Petrova ¿En qué le puedo servir? -pregunto en un fluido ingles que como la primera vez que vio a esa muchacha sorprendió y causo mucha gracia, sabía que ella era una muchacha rusa viviendo en Corea del Sur que habla perfectamente el idioma de los enemigos de su nación. Bueno, también le hace aun más gracia que la joven se muestra tan segura de si misma hasta... que como ahora se quitó la prenda, ella empezó a jugar nerviosamente con sus dedos y en las pálidas mejillas se pinto un delicado carmín que resaltaba los grandes ojos color esmeralda que tenía, tan brillantes y joviales- ¡Señor Park!... ¡Tanto tiempo!...-exclamó tratando de mantener la compostura, pidiendo que el muchacho no se diera cuenta de que ella sentía una profunda admiración por él, que era una de sus muchas fanáticas.

-No es tanto.. De hecho vine ayer- le hizo alcance acercándose a la chica- ¡Oh! Verdad que ayer me atendió un chico... -recordó algo avergonzado, al ver el pequeño puchero de Ekaterina- perdón... me dijo que hoy estaría aquí mi encargo... –agregó con ilusión, los ojos del moreno brillaron con intensidad.

-¿Su encargo?...-tratando de recordar- oh sí... pero aún no llegan con los artículos privados para hoy... tal parece que hubo un atascamiento en alguna parte del papeleo que nos atrasó con todo... –explico con un hilillo de voz,, sintiéndose humillada por tener que hacerlo esperar- Si usted desea puede venir mañana... yo misma me haré cargo de cuidarlo-le ofreció decidida, pero Yoochun negó con la cabeza- ¿Señor Park?-parecía que la rusa iba a llora

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